14 de enero de 2012

RICARDO MOJARDÍN (1956) / EN MI MUNDO DEJÓ DE OTEARSE HACE MUCHO TIEMPO

  •  El impacto es perpetuo. Delante de una de sus pinturas de simios en la galeria Vértice de Oviedo, de considerable formato, me quedé absorto, apocado e intrigado. ¿Qué me estaba diciendo o me estaba advirtiendo? ¿Es un retrato ancestral de mis antepasados? Mundo de supervivencia y agresividad, en definitiva.
  •  Cuando la imbricación es tan penetrante, las incógnitas se trasladan a la capacidad del artista, que ya debe de tener los ojos renegridos, agujereados por la larga noche de los abismos (Millares).
  •  El asturiano MOJARDÍN coagula y cataliza, crea y al hacerlo suprime lo accesorio, codifica y descodifica. Del color, como Tápies, hace toda una filosofía: la de los sueños, las visiones, el vacío. 
  •  Se planta en su territorio y desde allí ya ha dejado de otear, ahora se funde con el prodigio de lo telúrico, lo animal, lo pasado, el presente, lo clásico, desvelando lo pictórico en todo ello, su magia, hasta hacer desaparecer el perro -no lo veo- o a la figura sacra (¿descendió o no descendió? ¿Acaso no ves su calavera desde el tren?). Con lo cual, plantea sus preguntas aunque la trampa ya está hecha, ahí, en esa milagrosa revelación, están todas sus respuestas.  


  • Sabe muy bien que a sus obsesiones plásticas ha de permitirlas que se concentren, que se llenen de sí mismas, que prohiban la evasión de lo que tiene que aparecer. Y también es consciente de que va más allá de su contexto, que es lo que le da energía, le aporta puntos de salida, pero, no nos engañemos, esas llegadas son únicamente suyas y son universales.

  • Me cuenta el artista que de vez en cuando se cita con el "Nuberu". Quiere convencerlo para que cabalgando sobre las nubes llegue hasta El Malecón y le libre de los ciclones. ¿Y si se queda y se cabrea? ¿Más desastres?


11 de enero de 2012

ULISES GONZÁLEZ (1963) / ACERCA DE ESTOS MISTERIOS ENCONTRÉ PASIONES INTENSAS

  •  Debemos dar por obvio que la mirada del artista es la propia construcción plástica. Pero, no nos equivoquemos, ha de ser honda, tal como pregonaba Dubuffet:
  • "¡Cavad! El mundo está formado de capas, es un pastel de hojaldre. ¡Probadlo en hondura, sin ir más lejos de vuestros pies, y veréis!
  •  Sin embargo, ULISES, el artista cubano residente en Jalisco, lanza una llama que incendia todo cuanto arrolla. Hace de la pasión un lenguaje y lo encubre con el misterio de una impronta en expansión, que filtre en el hervor cromático la serenidad del dibujo. 
  •  Se asegura que solamente hay belleza en la búsquedad de la verdad. Apaga y vámonos, me susurra él mismo. Mi verdad está en la carne, la nocturnidad, el frenesí, el erotismo, el amor y la alevosía. No tendría perdón si no fuese así. El arte le ha pedido siempre, me aclara, ese relato, una historia de fuerza y emoción, de plasmar lo que cada día se desata y grita. 
  •  Por eso es que las manchas de sangre o el carmesí en flor colorean una superficie con arañazos y en la que nadan esporas o corpúsculos que dan su última conformación al hecho pictórico. ¿Cabe más eficiencia que ese contraste que anuda lo hecho con lo deshecho? Un corazón negro vomita un pañuelo rojo, ese rojo que el artista convierte en un vocabulario desesperado que no desdeña intercambiarse con la demacración, con una blancura que no aspira a la reencarnación y sí a la angustia.  
  •  Y por ello es que la cruz, como espejo metafórico, aparezca astillada y con esparadrapos, a la que nos asomamos con más deseos que ansias de encuentros. Y los capullos -O´Keeffe nos habló de ellos- sean entes colgados de esa plasticidad apasionada que cubre la certidumbre de ser la sendas de unos trazos o la del propio destino, forma de la plenitud carnal de unos colores que al mismo tiempo que designan proclaman.   
  • Obra que reflexiona, una vez que se ha quitado de encima el gesto y el sudor, sobre lo que es o no la culminación de un proyecto, cuya continuación estará en ese futuro que le aguarda compartiéndolo con el destino.

  • Se dice que Pollock, en ataque de rabia, arrojó un libro que trataba sobre Picasso, gritando:
  • "¡Maldita sea, este tipo no se ha dejado nada!" ¿Qué fue de ese libro? 

10 de enero de 2012

RUBÉN ALPÍZAR (1965) / REGOCIJOS

  •  Todos están asomados y el frío no se queja ni mete una denuncia en el ayuntamiento. Y si lo hiciese destruiría la simbiosis dinámica y ya no habría creación. El observador, ante esta obra, se relaja pero el artista se tensa y estimula.
  •  Si hay algo que al territorio del cubano ALPÍZAR no le falta es un catálogo imaginativo, que discurre entre lo burlesco, la vida insólita y real, el sueño, la fantasía, las referencias clásicas y las raíces vigentes de una existencia en el trópico.
  •  La pintura es una ventana en la que aparecen y desaparecen, se muestran y relacionan, exhiben sus alusiones y dotes, maquinan lo que es imposible urdir, se mueven entre y delante de espacios abiertos o cerrados, nos hablan e inquieren.
  •  Es todo un universo que sin ese color que lo forma no lo veríamos, pasaría desapercibido, y, sin embargo, al impregnarlo adquiere su total autonomía y esplendor, aunque esté pautado por el recato de una cadencia o un bolero.
  • Diviso un macho cabrío y una mano negra. Como todavía no amanece llegan a tiempo, son el "Pesadiellu" y la "Monona". Salgo pitando del Malecón, no es hora de andar a la búsqueda de las de ébano.

7 de enero de 2012

REINERIO TAMAYO FONSECA (1968) / NO ME PERTURBEN QUE NO ME SALEN LOS VIENTOS

  •  ¿Cabrían unos espacios cósmicos de tanta danza, locura, ucronías, convulsiones, humor y jolgorios? Ahí los tenemos, con sólo contemplar la obra del cubano TAMAYO. 
  •  Que someta al surrealismo, a lo metafísico, al clasicismo, al barroco, al expresionismo, etc., a una interpretación trepidante, es lo de menos. Lo de más es su carga de profundidad pictórica y retórica.
  •  No ahorra estiletes ni mengua las dimensiones, hacen falta desahogos, vestir imaginarios, reunir el discurso de los iconos, sembrar las miradas de picaresca narrativa y exaltación múltiple.
  •  Que no haya otros vislumbres de los que quieren ver o están más allá, es infamia socarrona de ciudadanos ilustres, porque están todos cantando, reconciliados con la vida y ya con el peaje pagado a la muerte. Amén sea dicho y hecho.
  • Y ahora que la fiesta continúa, observemos que estas correspondencias plásticas actúan, no incinerando, sino haciendo posible el que la quimera representada no siga defraudando.

  • Voy del Navia al Eo para encontrarme con el "Patricu". Me dijeron que era fácil de ver porque era muy grande, tenía un solo ojo y andaría hundiendo algún barco. Mi propósito era llevarlo al Malecón, dado que siendo antropófago, serviría para devorar tanto naúfrago desesperado por tener un lecho y además caliente.   

5 de enero de 2012

CARLOS DEL TORO (1954) / CUANDO LA VIDA ES UN TRÓPICO

  •  El arte está destinado a captar y transmitir la esencia de las cosas y de los fenómenos, de la realidad y sus mejores o peores fantasías, el núcleo del hombre y sus locuras, provocando asombro de que eso llegue a pasar, de que la metáfora esté tan viva.
  •  Por consiguiente, tiempos y espacios son, con el artista, los hacedores de formas y sustantividades que serán configuradas de maneras diferentes.
  •  Si tomamos la obra del cubano DEL TORO como referencia, nos asomamos a una luz vidriada,  culminación del feliz encuentro entre dos convicciones sobre un modo de generar un imaginario enraizado y una fantasía policromada. Calan porque forman parte de un todo estético de la pintura cubana del siglo XX.
  •  Dentro de la superficie del cuadro se manifiestan unas morfologías procedentes de distintos ámbitos plásticos, incluso ellas mismas se amalgaman y crean su contexto, el credo de su lenguaje, la impronta de su realidad.
  • Sin embargo, esta especie de flora biológica se transmuta hasta ser pathos de lo telúrico tropical, de su marca original, que nunca pudo estar confinada. Una negativa que nos es útil para enriquecer la mirada.

  • No nos veremos nunca cara a cara,
  • Oh antepasado que mi voz no alcanza.
  • Para ti ni siquiera soy un eco;
  • Para mí soy un ansia y un arcano,
  • una isla de magia y de temores,
  • Como lo son tal vez todos los hombres,
  • Como lo fuiste tú bajo otros astros.
(Jorge Luis Borges). 

3 de enero de 2012

SANTIAGO LARA (1975) / ¿CÓMO EXPLICAR MI PARTE DE MUNDO?

  •  El español LARA tiene una forma de proyectar y mirar que viene de lejos, como si él mismo fuese un personaje obligado a fabricar otros personajes que le explicasen al mismo tiempo que le infundiesen temor, angustia, susto o asombro.  
  •  Sin duda que hay un componente universal que se encuentra en el intérprete contemporáneo y viceversa, pero lo esencial es que el código de contemplación se conserve fresco, vivo y con el significado propicio a ser explorado.
  •  Este artista inventa su propia mitología, que es su verdad, esa que se consigue de noche pues el día favorece la mentira (Bob Woodward). Y lo hace con la veneración del delirio calculado, de la coloración bien desatada, de un mundo observado como un ente sin posibilidad de rescate, basado en la concepción de que no hay transferencia sin desolación.
  •  Son actores que afloran bajo las horas tasadas de un comediante experto en dejar que sea el tiempo y no el viento el que sacuda las tempestades, inicio y fin de un trabajo que no rehizo fantasía alguna, ya que estaba concibiendo una realidad de obligado pensamiento. 
  • No hay que dar un beso al "Busgosu", que te contagia la tisis. Se le lleva ante El Malecón para que le cuente cómo son el frío y las mujeres del bosque.

2 de enero de 2012

CHECHU ÁLAVA (1973) / LA MUERTE NO SE SEPARA

  •  Distingo el espíritu pero no la carne, la forma pero no el fondo. Salen de sus nadas y me dicen algo. Entonces me asalta la duda de que es lo que miro.
  •  Para la asturianan ÁLAVA lo que le otorga su condición de artista es bordear tenuemente el abismo pero sin llegar a caer en él, por eso sus personajes penetran en nuestra atmósfera como una extensión del yo y su imaginario.
  •  Horadan y calan. Perforan y atraviesan. Son duendes familiares allí donde se coloquen, nunca desaparecen, ni al amanecer ni en el ocaso porque son víctimas del encantamiento plástico a que las ha sometido el artista.  
  • Dentro de esa nebulosa cromática, tratada como un celaje autóctono, caben todas las gamas, todos los seres, todas las señales y todos los semblantes. En cuanto a descubrirlos, fijémonos en los atributos peculiares, en las cualidades intrínsecas que serán fantasmas de leyenda.

  • "Lástima non te faigas llobu, pá que te fartes de carne".

  • El Güercu, el Tamboriteru y la Muerte Mesada iban en el carro por El Malecón. Iban contando, cada uno con sus cuentas y sus espíritus en pena, la Señora en la de todos. La procesión de la Güestia, con huesos encendidos y blancos sudarios,  ya había salido para encontrarse con ellos, murmurando:

  • " Andai de día, que la noche ye mía".