- Se extasiaba Abrams en lo de que el artista concibe cada obra de arte como si fuera un mundo posible e, igual que Dios, había de hacer que su obra /mundo configure un todo internamente consistente.
- Pero el francés CARBONNE ha empezado por los malditos cuerpos como si fuesen ángeles caídos, malditos en sufrimiento y dolor, retratados como símbolos de una premonición de agonías que no tendrán fin.
- La habilidad de su hacer causa todavía una mayor compenetración entre medios y fines, de tal manera que la plasmación de su obra va dirigida a una verdad que se nos cuelga de la mirada y nos atrapa en ella para grabarnos a fuego su condición.
(ROA BASTOS)