31 de marzo de 2020

IBA N´DIAYE(1928-2008) / ÁFRICA SABEMOS TAMBIÉN QUE EL ARTE ES UNA FORMA DE CONVIVENCIA CON FANTASMAS


  •  El senegalés N´DIAYE comparte imaginario visual con sus antecesores europeos, pero desde una óptica étnica y cultural de su tierra africana. Sabe muy bien que el mismo se ajusta a esos colores oscuros y terrosos, pues son los suyos propios tanto materialmente como metafóricamente.  


  •  Descifra los rostros y cuerpos que como occidentalistas veníamos ignorando, el mundo que en sus territorios se iba construyendo desde el ritual, la magia y la visualidad plástica que albergaban. 


  •  El autor no se limita a simbolizar, sino a inspirar los patrones de una creatividad que nunca estuvo dormida o desaparecida, sino esencialmente viva, tan viva como la realidad que postula en sus obras y que nos ha lanzado desde su corazón afligido.  

Toda emoción se origina y se hunde en la realidad,
               arraiga como un árbol en ella, y de ella vive y se
                nutre, la representa y pone
como un actor en el escenario, o un hábil diplomático
en el salón del trono.

(Carlos Bousoño) 

27 de marzo de 2020

ANDREW LANYON (1947) / ME TRASLADO


  •  El inglés LANYON consigue que el sueño sea una realidad y que ésta, a su vez, sea un sueño, de tal manera que la contemplación se vea obligada a penetrar en dos dimensiones simultáneas que en el fondo son una sola.


  •  Los espacios en sus obras son los que activan todo el proceso de representación, implicando una iconografía que postula la vastedad de un mundo solitario, de planos apagados y deshabitados, monstruosamente empequeñecidos o monstruosamente agigantados.   


  •  Hay muy pocos supervivientes y desperdigados a lo largo de unos cuantos hábitats que son los oteadores de horizontes, y más parece que el tiempo ha sido sacrificado en aras de unas vivencias, escasas y siempre las mismas, que se hacen interminables.  

Y te sientes contado e infinitamente narrado
por la misma voz que repite tu nombre
en la oscuridad, una y otra vez.

(Carlos Bousoño)

24 de marzo de 2020

JEREMY GEDDES (1974) / ESTOY CANSADO DE CERTIDUMBRES

  • La destrucción es la marca de lo efímero y la voladura es la metáfora de lo superviviente. Acabaremos flotando el espacio aéreo y desde allí, desde lo alto, otearemos la devastación que se va extendiendo hasta su culminación. 


  • Para abordar tal delirio el neocelandés GEDDES comprendió que no había otra alternativa que encomendarse a la hiperrealidad, la cual, con mágico magnetismo, rubricará una operación visual que desde la mirada nos infunde una dimensión de la humanidad al borde de la desolación.



  • Pero sin dramatismos impropios, cargando la ejecución en la vertiente más delirante e imaginativa, en una plástica que recurre a elementos fantásticos, a parajes habituales a los que les impone otra magnitud visiva.  


¿Quién, tras la noche, hacia el amanecer, como un
               estampido en el hueco,
espantosamente florece?

(Carlos Bousoño)

16 de marzo de 2020

JINRIAN KIM (1968) / HAY QUE BUSCAR EN LA MEMORIA DE OTRA FORMA


  •  Decía Henry Moore que todo buen arte ha tenido siempre elementos tanto abstractos como surrealistas, de la misma manera que ha tenido elementos clásicos y románticos, orden y sorpresa, intelecto e imaginación, lo consciente y lo inconsciente. 


  • La obra de la surcoreana KIM completa ese orbe con una conciliación entre memoria, vida evocada, y gasa, ceniza, y materia. De tal modo que el procedimiento plástico y el  imaginario se sintonizan y logran la meta de una visión intensa.    


  •  Sus personajes y sus ruinas son como la revelación de una humanidad que desea ser y estar en un mundo absurdo en que no existan normas de convivencia, en que todo conduzca a la destrucción y al desamparo.  

 Y todo en la memoria se retorcía agitado por el vendaval, 
como un gran bosque movido por la ira de un huracanado 
                renacer.

(Carlos Bousoño)

12 de marzo de 2020

ADAM SAKS (1974) / HAY QUE BUSCAR RUTAS


  •  En la pintura el autor no puede contentarse hoy con establecer unos simples márgenes, pues no los hay, han desaparecido al confundirse dentro de la superficie pictórica entre lo que hay debajo y lo que está arriba. 


  •  Por tanto, el danés SAKS juega sin esas limitaciones conjugando distintas acciones y diferentes imaginarios, haciendo que juntos, fusionados, muestren unos signos cuyas claves vienen y van, pero que sin ese conglomerado cromático tan rutilante se perderían.    


  •  La reflexión acerca del uso del espacio y el color domina la técnica de este artista, que en sus obras ofrece un instinto crucial para construir una plástica poderosa basada en una proyección que convence a la mirada del observador de su génesis.  

Era un poco de ruido, era un poco de malestar,
pues hacía daño su hermosura cuando se la contemplaba
                 de cerca,
y en sus vestidos se adivinaba el azar de estar aquí y
              no allí,
en los últimos aledaños de un mundo invisible.

(Carlos Bousoño)

6 de marzo de 2020

HUGO CROSTHWAITE (1971) ¡DÉJENLO YA!


  •  El dibujo se ve con la capacidad de fraguar unas escenas que surgen de la mente encajada en un entorno hostil y disparatado que no tiene medida ni de la forma ni del fondo. El espacio está encajonado y encajonados están también estos infrahumanos que no se saben estar quietos.


  •  Es una grafía de la crueldad con múltiples raíces en la tradición la que lleva a cabo el mexicano CROSTHWAITE, sensibilizado con una realidad que se le escapa de las manos para quedarse incrustada en el soporte como un elemento más de un paisaje que, de lo pisoteado y desolado, ya es inexistente.   


  •  Esta imaginería es un caudal de citas con la locura humana, con su desintegración y barbarie, pese a que ella misma es un ejercicio de supervivencia de cara a la demostración de que sin aquelarre no podemos continuar. 

Los dioses se apalancan
y pasan del recreo
al ver cómo se arrancan
el duende y el deseo.

(Pancho Varona)

2 de marzo de 2020

DANIEL FRANÇOIS CAYO (1947) / NADA ES LO QUE PARECE


  •  En las obras del francés CAYO se entrecruza todo lo que aparece y hasta lo que no aparece en el soporte. Son vestigios, huellas, fragmentos y pedazos de formas que combaten por abastecerse del color que las identifique.  


  •  Las superficies ya no son tales, se enmascaran en topografías que gracias a su plasticidad se alimentan de visibilidad, de ficciones inacabadas y de ensoñaciones dinámicas que tienen grabados sus significados en cada uno de sus rasgos.   


  •  No sólo están invitando a la mirada a un baile polícromo y revuelto, sino que además conjugan un vocabulario bullicioso que sintetiza las claves de observación y de pensamiento centradas en una formulación impotente ante tanto caudal sin orden.   

Los dioses hacen dioses de un remiendo.

(J. Sabina/ P. Varona)