- La destrucción es la marca de lo efímero y la voladura es la metáfora de lo superviviente. Acabaremos flotando el espacio aéreo y desde allí, desde lo alto, otearemos la devastación que se va extendiendo hasta su culminación.
- Para abordar tal delirio el neocelandés GEDDES comprendió que no había otra alternativa que encomendarse a la hiperrealidad, la cual, con mágico magnetismo, rubricará una operación visual que desde la mirada nos infunde una dimensión de la humanidad al borde de la desolación.
- Pero sin dramatismos impropios, cargando la ejecución en la vertiente más delirante e imaginativa, en una plástica que recurre a elementos fantásticos, a parajes habituales a los que les impone otra magnitud visiva.
estampido en el hueco,
espantosamente florece?
(Carlos Bousoño)
No hay comentarios:
Publicar un comentario