- La omnipresencia de los demonios es la que nos cuenta todo, nuestros orígenes, nuestra evolución, nuestra cultura, nuestro yo colectivo e individual. No son fieras ni monstruos, son bienaventuradas mascotas que entienden de la desidia y del caos humano.
- El dominicano PICHARDO sabe muy bien como son,cómo hay que representarlos, cuál es su juego de intenciones, la filosofía que insuflan en la nuestra y el encanto especial que desprenden. Su fisonomía de aristas y geometrías con los cuerpos pintados como si de entes telúricos de tratara invita a esa interpelación constante de lo primitivo y lo actual, del pasado, el presente y el futuro.
- No son agoreros pero nos advierten, tampoco son signatarios de un pacto de muerte, y a pesar de ello le confieren una naturalidad para el momento que llegue y que ellos ya saben. La verdad es que son ángeles para contemplar nuestro destino desde cualquier otra dimensión, hasta aquella que se nos había pasado por alto.
Señor, señora,
¿quién me compra este sueño sin arrugas? Le
aseguro, señora, que no come.
(Antonio Quintana)
- ¿Es que acaso no se ve que la pintura, decía Jean Bazaine, ha de volver a encontrar su encarnación, es decir, realizar nuevamente esa penetración, esa gran estructura común, esa semejanza profunda del hombre y del mundo, sin la cual no hay forma viviente?
- El nicaragüense MORALES, considerado en su día el mejor pintor americano, sí la ha encontrado y la ha definido con una pasión infatigable. En todas sus temáticas late un profundo saber y un espíritu plástico que formula la clave inefable de un lenguaje clarividente.
- Es como si su obra fuera fruto de una predestinación que hubiese obtenido la gracia del encuentro entre el mundo y la forma, entre la naturaleza y su expresión íntima, entre lo humano y su destino inalcanzable. Una fuerza insospechada subyace en esta imaginería de configuraciones inapelables.
La púrpura doliente del espacio,
te llamé, con la luz de mi quimera,
sin saber que llorabas mi silencio.
(Héctor M. Rivera)
- Picasso hablaba de que el arte no es verdad, que es una mentira que nos enseña a comprender la verdad, al menos, la verdad que, como hombres, somos capaces de comprender. Si eso es así, el madrileño GALVÁN nos la fija en la mirada primigenia a través de sus obras.
- Es una pintura que nace de un sueño imponderable que al mismo tiempo es una realidad que se mueve entre lo tangible y lo intangible. Podemos imaginarnos que retrocedemos hasta ella, que estamos en su atmósfera, en su hábitat, y al mismo tiempo nos descubrimos en un hoy que sigue siendo ayer. Metáforas de supervivencia que no tienen fin, que son ahora porque es el tiempo el que nos lleva con nosotros.
- La iconografía es salvaje, no cesa en esa lucha cruel de lo pictórico consigo mismo y con lo que representa, nos ahorra falsos memoriales de cantos edulcorados ya manidos y repetidamente contados, y si hay simulacros tienen la voz de lo genuino, del impacto plástico que aúna formas y temáticas en una correspondencia casi absoluta.
- Por consiguiente, es un trabajo a contracorriente espléndido que no ha tenido en cuenta lo que Jean Bazaine aseguraba respecto a que no se hace la pintura que uno quiere, sino que se trata de querer hasta el fin la pintura que se puede, la que puede la época.
(El tiempo es la luz que se desgasta
el universo que se simplifica
la violencia que se dispersa
la verdad que se asienta y vuelve a su principio).
(Alberto Vanasco)
- Es cierto que es una necesidad de parte del arte actual mostrar que lo que existe lleva, finalmente, a una singular manifestación o puntualización de lo asqueroso (Castro Flórez), pero también a lo erótico, lo anatómico, a lo orgánico y fisiológico.
- En lo que respecta a la obra del holandés VAN LIESHOUT no me resisto tampoco a a volver a citar a Castro Flórez cuando señala que son muchas las paradojas del arte moderno, embarcado en una pretendida liberación (social, de los instintos, de la tradición) que termina por resolverse en ambigüedad (negativa), aunque también puede ser entendida como potencia liberadora.
- Efectivamente, este autor postula una visión morfológica mutilada o en trance de definición, liberada, provocadora y narcisista. No caben términos medios sino objetos producto de una realidad cotidiana que se ha vuelto loca y se expresa imaginando un pensamiento diseccionando un axioma.
Vengo a buscar una tarde compacta,
a rescatar un sábado enemigo,
el ruido y el olor de una calle desierta,
el sol invicto que delata los trópicos,
los tiempos de matar y de lluvias reales,
de creer en mujeres besadas hasta el odio
en playas desiertas hasta la desesperación,
en momentos vividos hasta el bostezo,
en espadas hundidas hasta la felicidad.
(Mario Trejo)
- El cubano residente en España SALVÓ quiere llevar claramente la contraria a Baudrillar en eso de que el arte se ha vuelto iconoclasta, y que esta postura iconoclasta moderna ya no consiste en destruir las imágenes, sino en fabricar una profusión de imágenes en las que no hay nada que ver.
- Por el contrario, veo en su obra una pasión por ofrecer grandes visiones, barrocas historias, complejas organizaciones, un enorme sentido plástico para la combinación de imágenes tan dispares, hasta alcanzar un dominio figurativo que aúna fantasía, realidad, juegos cromáticos de luces y sombras, testimonios, secretos, creencias y una confrontación con la sensibilidad y el conocimiento del espectador, que a la par que se ve absorbido por esas figuraciones se pregunta por la maravilla que las perpetra y a la vez hasta las condena a ser entes en un espacio extasiado e infinito.
Después de consumirme,
la lava vestirá mis blancos huesos.
Qué sólo el mar me apague.
(Adela Tarraf)
- Hay realidades, épocas, tiempos, espacios y naturalezas humanas que sin artistas como el gallego SOUTO quedarían ignoradas, desaparecidas y olvidadas. Porque, a pesar de su origen, su maestría las hace universales.
- Este histórico, con una caligrafía adecuada para cada representación concreta, pero matizándola en lo sombrío, en lo duro, sufrido, penoso y cruel, erige un mundo cuya plasticidad es honda, curtida y acorde con los valores de una modernidad que sonsacaba las verdades a machetazos.
- Es esencial contemplar esos tintes, esas gamas, esa producción tan cuidadosa con el ser en sí mismo y con lo que proyecta, con la imagen que en cierto modo se postula como una idea vengadora o patética, despiadada y al mismo tiempo resistente.
En definitiva uno acepta, pálido de terror,
que da igual morir en cualquier parte
y por cualquier muerte.
Rafael Jijena Sánchez)
- En esta historia acumulada, borrosa, nebulosa, lo indefinido es lo más concreto, esa experiencia de la ambigüedad de la que habla Gianni Vattimo, que es, como oscilación y desarraigo, constitutiva del arte.
- Y añade que éstas son las únicas vías a través de las cuales, en el mundo de la comunicación generalizada, el arte puede configurarse (no aún, pero sí quizá finalmente) como creatividad y libertad.
- Por eso, las obras del argentino STUPÍA están llenos de claroscuros borrascosos, de dibujos de azar, de signos tachados, de paisajes desflorados, de negaciones clasicistas, de agujeros negros, de torbellinos que no descansan, puro movimiento de una razón plástica que está por descubrir.
Alguna vez
la pobreza universal
levantará su cálida marea,
destruirá el laberinto,
iniciará
la única aventura.
(Horacio Armani)
- El paisaje, del tipo que sea, es, además de un género, un motivo eterno para los artistas, que ven en él la creación, la mutación y la metamorfosis constantes que desde hace milenios se vienen produciendo.
- Para el chileno VEGA son de un modo u otro su propio retrato, su forma de encarar su trabajo, los retos y dificultades que le supone, el ansia de visualizar, de plasmar esa naturaleza con el rigor propio de un poema lleno de cantos plácidos o enfurecidos. O simplemente lamentos.
- Y también consigue que como espectadores nos situemos junto a esas imágenes marinas para verificar si esconden lo que suponemos o son más secretas todavía, pues su soledad no deja lugar a dudas, ni su silencio sonoro, ni su luz rememorada y múltiple. Atmósferas y espacios que nos piden tiempo, calma y encuentro.
Me llamo viento, me conozco nube,
me nombre por caballo sin asombro;
me entierro en surcos, vuelvo con el brote,
me palpo en la pelambre y me compruebo.
(León Benaros)
- Echando un vistazo atrás nos encontramos con el canario, hoy bastante desconocido, MARTÍN FERNÁNDEZ DE LA TORRE, un simbolista y modernista que materializaba sus sueños pintando al borde del océano.
- Para muchos construyó una obra decadente, muy homoerotizada, que no engancha con la realidad de su tiempo y en cambio mitifica esa inmortalidad que no es tal sino una moda pasajera.
Sin embargo, sus inclinaciones cromáticas y formales, su figuración, tienen la contundencia de una energía tan desbocada como esa inmensidad marina de la que surgen los monstruos que nos habitan, esas odiseas entre mágicas y crueles, que en el fondo no son otro modo de ensalzar la vida, la aventura y el viaje.
Contra tales miserias de literatos nupcias putas y periódicos
ella hace girar
la rueda de sus senos de hembra inmemorial
ha regresado cantando desde los cangrejos
de la playa
piernas de campesina brillantes en los anillos del sol
Años y años.
(Enrique Molina)
- Hace unos días en Costa Rica, en enero en Berlín y en julio probablemente en Pensilvania. La vocación universalista en la obra del hispano-español ALARCÓN ECHENIQUE tiene su correspondencia en estos itinerarios que la van enriqueciendo al mismo tiempo que la van completando y la dan a conocer. Universalista, pues, en vocación y en su recorrido. Por eso sus micromundos enlazan la realidad moderna y del presente con el pasado clasicista, la tradición y el sentido renacentista.
- Sus coreografías envolventes se originan de afuera a dentro, se engarzan unas a otras, arrastran seres pequeños confusos en búsqueda permanente de su lugar y se encuentran con otros en la tesitura de unas diacronías que son resumen de vidas, infortunios, historias, iconografías, sucesos, raíces y creencias. Para ello, las líneas de sus dibujo son totalmente sutiles, ingrávidas, múltiples, ríos plagados de meandros que forman contornos circulares, al igual que las existencias que se conciben como ciclos, tal es la fuente de sus imaginarios caribeños que van desde lo ecuménico hasta lo cósmico.
- Pero sus gamas blancas y azuladas, las que incitan a la luz, alcanzan el factor de sublimidad que las sitúa dentro del contexto que conforman, mientras las oscuras y sombrías construyen el contrataste que necesita la visión, porque son los espectros que nacen de su vivencias, del bagaje cultural, étnico, social y testimonial. Al fin y al cabo son ensueños agarrados a la tierra, al Malecón isleño, al cuento de nunca acabar pues para él todavía está empezando.
El silencio y lo dicho y lo sufrido
crecen como la hierba y la corriente.
Déjenme mi pasado y mi presente,
terco río en la voz y en el oído.
Juan G.Ferreyra Basso)
- Las nuevas ciudades que cada día están amaneciendo miran hacia el cielo, vuelven a querer ser torres de Babel pero esta vez con otros designios ideológicos, económicos, sociales y hasta estéticos. Ambicionan ser puntos de referencia en todos los ámbitos aunque sepan y acaben siendo vulnerables.
- El valenciano MONTÓ ha transitado por muchas de ellas a través de ese viaje imposible que es el viaje que nunca haremos más. Ese viaje que habría podido hacernos descubrir nuevos paisajes y nuevos hombres con los que abrirnos al espacio de nuevos encuentros (Mar Augé).
- En estas obras, de exquisito enfoque, remiten a ese concepto del color misteriosamente irracional, que es la fórmula también de encantamiento apropiada. Y así nuestra mirada queda con la plasmación de una representación que vulnera las leyes para ofrecernos los contenidos, las atmósferas, las brisas húmedas y los silencios edificados.
Desde que abrió los ojos, noctámbula, en la cuna
recorre el mundo en sombras que no ilumina el sol.
Cayetano Córdova Iturburu)