- La omnipresencia de los demonios es la que nos cuenta todo, nuestros orígenes, nuestra evolución, nuestra cultura, nuestro yo colectivo e individual. No son fieras ni monstruos, son bienaventuradas mascotas que entienden de la desidia y del caos humano.
- El dominicano PICHARDO sabe muy bien como son,cómo hay que representarlos, cuál es su juego de intenciones, la filosofía que insuflan en la nuestra y el encanto especial que desprenden. Su fisonomía de aristas y geometrías con los cuerpos pintados como si de entes telúricos de tratara invita a esa interpelación constante de lo primitivo y lo actual, del pasado, el presente y el futuro.
- No son agoreros pero nos advierten, tampoco son signatarios de un pacto de muerte, y a pesar de ello le confieren una naturalidad para el momento que llegue y que ellos ya saben. La verdad es que son ángeles para contemplar nuestro destino desde cualquier otra dimensión, hasta aquella que se nos había pasado por alto.
Señor, señora,
¿quién me compra este sueño sin arrugas? Le
aseguro, señora, que no come.
(Antonio Quintana)
No hay comentarios:
Publicar un comentario