- El paisaje, del tipo que sea, es, además de un género, un motivo eterno para los artistas, que ven en él la creación, la mutación y la metamorfosis constantes que desde hace milenios se vienen produciendo.
- Para el chileno VEGA son de un modo u otro su propio retrato, su forma de encarar su trabajo, los retos y dificultades que le supone, el ansia de visualizar, de plasmar esa naturaleza con el rigor propio de un poema lleno de cantos plácidos o enfurecidos. O simplemente lamentos.
- Y también consigue que como espectadores nos situemos junto a esas imágenes marinas para verificar si esconden lo que suponemos o son más secretas todavía, pues su soledad no deja lugar a dudas, ni su silencio sonoro, ni su luz rememorada y múltiple. Atmósferas y espacios que nos piden tiempo, calma y encuentro.
Me llamo viento, me conozco nube,
me nombre por caballo sin asombro;
me entierro en surcos, vuelvo con el brote,
me palpo en la pelambre y me compruebo.
(León Benaros)
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