LILIA CARRILLO (1930-1974) / NO HAY ESPACIOS QUE YO NO HAYA VISTO
El proceso creativo comienza siendo una maniobra y a medida que avanza hay un empleo de sentimientos hasta llegar a la magia, incuso a la mística.

Las obras de la mejicana CARRILLO reúnen todos esos elementos poderosamente en una semántica en la que el cromatismo se traduce en un esquema de reacción emotiva.

Y ese concierto de signos y formas en el espacio produce una visión entre la magnitud de una vida que está pintada y otra que desaparece sin terminarla.

Si no salvo mi cicunstancia, tampoco me salvo yo.
(Ortega)
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