- El dibujo se ve con la capacidad de fraguar unas escenas que surgen de la mente encajada en un entorno hostil y disparatado que no tiene medida ni de la forma ni del fondo. El espacio está encajonado y encajonados están también estos infrahumanos que no se saben estar quietos.
- Es una grafía de la crueldad con múltiples raíces en la tradición la que lleva a cabo el mexicano CROSTHWAITE, sensibilizado con una realidad que se le escapa de las manos para quedarse incrustada en el soporte como un elemento más de un paisaje que, de lo pisoteado y desolado, ya es inexistente.
- Esta imaginería es un caudal de citas con la locura humana, con su desintegración y barbarie, pese a que ella misma es un ejercicio de supervivencia de cara a la demostración de que sin aquelarre no podemos continuar.
Los dioses se apalancan
y pasan del recreo
al ver cómo se arrancan
el duende y el deseo.
(Pancho Varona)
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