JOSÉ ABEL (1964) / DÁRSENAS DE FUEGO
El vasco ABEL, en su obra, ofrece intenciones y objetivos conscientes impulsados en la representación pictórica por su voluntad subjetiva.

Sus dársenas constituyen un mundo que a través de valores cromáticos revelan un fuego oscuro, unas vivencias sumergidas en una visión de un aire y flujo contaminado.

Es una confluencia de degradación, de un tiempo que está carcomiendo unos parajes anclados en lo más inhóspito de una realidad que se ha tejido a la sombra del progreso.

¿Dices que quieres partir,
borrarte como el deseo
cuando el cuerpo ya no arde?
(Jesús Ferrero)
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