- Creo que Fumaroli no se estaba refiriendo al español ANTONIO LÓPEZ cuando señala que en neofrancés se llama ¨plásticos" a unas personas que han colgado los hábitos de todas las artes, con la pretensión de subvertirlas todas a un tiempo, sin saber ni dibujar, ni pintar, ni esculpir, ni bailar, ni cantar, ni dar un paso, ni actuar...... Ni mucho menos. Él y su obra en sí mismos son el propio concepto de arte, sea clásico, moderno o contemporáneo.
- Pero además es que cada cuadro o escultura refleja un acontecimiento único, un suceso extraordinario, un hecho a través del cual sentimos la fuerza expansiva del sentimiento plástico en un contexto exclusivo, en una síntesis de tiempo, memoria y creatividad. En esta segunda retrospectiva en el Thyssen de Madrid se reconstruye paso a paso una sabiduría lenta, que ha madurado plena y paulatinamente, que opera sobre la mente y el ojo como un bisturí, sin acudir al desperdicio de lo que sobra o de lo que está de más.
- Trabaja con la realidad de una urbe que se descubre a sí misma, que se habla, sufre, se confiesa, ensucia y no pide la bendición porque está levantada con una dimensión humana que se transparenta en su soledad. El artista tiene esa capacidad para acertar con la materialización justa de ese imaginario, enriqueciéndolo con una reflexión pictórica que se alarga durante decenios. Ahí reside su finalidad, ya sea buscada o hallada, o las dos al mismo tiempo.
- Casi diríamos que su oficio es desmesurado en su virtuosismo, atemperado por un talento excepcional que impone un sentido, una dirección, cuyos términos avanzan etapa por etapa, capa por capa, y conforme a perspectivas que se abren para buscar otras. Una visión poética que enlaza finitud e infinitud, tiempo y escoriación, duración y corrosión, vida y muerte. No se deja nada.
- Casi diríamos que su oficio es desmesurado en su virtuosismo, atemperado por un talento excepcional que impone un sentido, una dirección, cuyos términos avanzan etapa por etapa, capa por capa, y conforme a perspectivas que se abren para buscar otras. Una visión poética que enlaza finitud e infinitud, tiempo y escoriación, duración y corrosión, vida y muerte. No se deja nada.
- Trabaja con la realidad de una urbe que se descubre a sí misma, que se habla, sufre, se confiesa, ensucia y no pide la bendición porque está levantada con una dimensión humana que se transparenta en su soledad. El artista tiene esa capacidad para acertar con la materialización justa de ese imaginario, enriqueciéndolo con una reflexión pictórica que se alarga durante decenios. Ahí reside su finalidad, ya sea buscada o hallada, o las dos al mismo tiempo.
- Pero además es que cada cuadro o escultura refleja un acontecimiento único, un suceso extraordinario, un hecho a través del cual sentimos la fuerza expansiva del sentimiento plástico en un contexto exclusivo, en una síntesis de tiempo, memoria y creatividad. En esta segunda retrospectiva en el Thyssen de Madrid se reconstruye paso a paso una sabiduría lenta, que ha madurado plena y paulatinamente, que opera sobre la mente y el ojo como un bisturí, sin acudir al desperdicio de lo que sobra o de lo que está de más.
Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe.
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1 de septiembre de 2011
ANTONIO LÓPEZ (1936) / LA PINTURA ES UN DESCUBRIMIENTO
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Fui a ver la exposición de Antonio López a Madrid y aprovecho tu espacio para hacer alguna aportación en la medida de lo posible a tu magnífica entrada. Las salas se alternan sin seguir un recorrido cronológico, con obras de diferentes periodos. La obra más antigua es de 1953, hasta llegar a las actuales, aún en proceso de creación. Su obra se caracteriza por la minuciosidad en el detalle y por la luz. Traslada lo observado al lienzo o papel con la mayor exactitud, cuidando que los valores lumínicos de un instante queden plasmados. Así en muchos de sus cuadros recientes, anota la fecha, la hora y los minutos, como si hubiera sido testigo de un acontecimiento. Parece que su finalidad sea mostrar la luz de un momento preciso; mostrada pero no pintada en un instante, puesto que sabemos que el tiempo es su aliado. Antonio López sería algo así como un notario con pinceles que da fe de la realidad en los lienzos. En conclusión, magnífica exposición de uno de los grandes maestros de nuestro tiempo. Mediante el paisaje, los árboles y el cuerpo nos muestra con agudeza, su visión de la realidad sin la belleza de los anuncios.
ResponderEliminarLas obras que me resultan más atractivas de este pintor, son los paisajes urbanos deshabitados, por ello inquietantes, misteriosos en los que parece que está a punto de suceder algo o, quizás, ya haya acontecido y de ahí las calles vacías.
ResponderEliminarUn saludo.
Encontre tu blog buscando imagenes de Antonio Lopez, el magnifico pintor. Te felicito por promover el arte. Yo tambien tengo un blog de arte y te invito a que lo visites.
ResponderEliminarhttp://preguntas-de-arte.blogspot.com/
Bendiciones,
Augusto
Gran artista Antonio López, me encantan sus cuadros hiperrealistas, especialmente me llama la atención el de La Gran Vía. Aunque algunos de los motivos en los que se inspira a veces, me generan ciertas dudas, como la serie de cuartos de baño que pintó durante un tiempo.
ResponderEliminarMuchas gracias.
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