19 de abril de 2024

JOSÉ RAMÓN VILLA (1949) / NUNCA LOS ABANDONO


El paisaje, después de unos iniciales titubeos entre azules y verdes, se endurece, se fosiliza, se hace tierra arcillada y rocosa, rugosa y mártir.  

Pero el leonés VILLA se resiste a abandonarlo sin intentarlo de nuevo, agotando nuevas texturas, nuevas densidades, vigorosas capas cromáticas y tonalidades.

Al final, resurgen y viven, sus masas se mueven y renuevan su ser marino, su naturaleza salvaje, su hondo sentimiento de resucitar una superficie que estaba muerta. 


Al correr del tiempo, todos los cráneos se agujerean y parecen cráneos de suicidas.

(Gómez de la Serna) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario