12 de septiembre de 2012

PHILIP EVERGOOD (1901-1973) / ESTOY EN LAS BARRICADAS

  •  Quizá la obra del norteamericano EVERGOOD fuese ahora, en estos tiempos revueltos y depresivos, cuando tuviese el momento propicio para ser más entendida y compartida.
  •  Enraizada en épocas y encrucijadas duras y adversas, su figuración coral, amamantada en un realismo que nunca para de cosechar fuerzas, nos hace encontrar el sino de nuestra condición humana y ciudadana. 
  •  No es una pintura para poner collares de diamantes a un sentido estético, sino que es el reverso, ese que observamos cuando nos dejamos de subterfugios y pretextos, el que después de admirar y asombrarnos por lo otro, agita la mirada irresoluta de la mudez.
  •  Que sean configuraciones explícitas de una realidad dada y concreta no invalida sus postulados plásticos. En todo caso siembra de sospechas lo que tiene de energía, estrategia y sonata pictóricas, de épica modesta, vagabunda, pordiosera, de ahí su nervio, brío, empuje, resistencia, fibra y potencia.
  • Aquí el hombre antes de morir no tenía que ejercitarse en
  •        la música,
  • ni las sombras aconsejar el ritmo al bajar al infierno.
  • El germen traía ya las medidas de la brisa,
  • y las sombras huían, el número era relatado por la luz.
(José Lezama Lima). 

No hay comentarios:

Publicar un comentario