10 de diciembre de 2012

TOMASZ KOWALSKI (1984) / NO TIENEN RZONES PARA REPRENDERME

  •  Viendo estas obras del polaco KOWALSKI nos reafirmamos en la falsa muerte de la pintura. Es más, al reivindicarla tan joven como su autor, podemos acudir al argumento de su opositor, R.Morris, que señalaba que, en estos momentos, el acto artístico tienen como función desorientar y descubrir nuevos modos de percepción. 
  •  Y en este caso, este sentido plástico nos introduce en una nueva formulación de unas cosmovisiones tradicionales del mundo expresionista y surrealista como ficciones que tienen un ilusionismo paródico, una concepción basada en una humanidad que está siempre en sus antípodas, que no sabe sostenerse en pie, que se refugia en los cementerios para beber después del carnaval.  
  •  Es una figuración que se ríe seriamente de sí misma y de la sociedad ebria que ha fraguado, aunque sin perder el átomo de lucidez suficiente para que su retrato sea sarcasmo, esperpento y arte. 
  • Los cinco dedos,
  • por la sombra impulsados,
  • en la pared se agrandan,
  • pulpo de la noche cegada.
(José Lezama Lima).

6 de diciembre de 2012

FRITZ WOTRUBA (1907-1975) HAGAMOS UNA PIEDRA

  •  En la piedra caben los orígenes, la evolución, la mitología del hombre y siempre la desnudez. Cabe la pasión por su propia forma o la que le da una geometría que la idolatra. Caben divinidades, fetiches, estatuas, tótems y efigies. Caben construcciones en miles de configuraciones. Cabe la eternidad y punto.    
  •  La materia, para un artista austriaco como WOTRUBA, es eso, es trabajar con esa densidad que deviene, que tiene antigüedad milenaria y por eso ha asumido y aglutinado todo lo que el ser ha querido que sea. Para saber mostrarlo están los que saben que contiene, pues bajo esa sustancia mineral hay muchos disfraces. 
  •  Lo mismo sirve para construir que para esculpir, lo importante es que lo que se moldea y se concibe, cristalice en una representación que para nuestra mirada sea un destino, un adentramiento en una cosmogonía o en las proyecciones compactas y calculadas de una inseminación espacial.
  • Escultura de la hoja busco
  • la palabra en el aire quieta
  • hasta ahuecar el blancuzco
  • perfil de la sal canora.
(José Lezama Lima).

3 de diciembre de 2012

SAMI MOHAMMED (1943) / NO QUIERO VIVIR AQUÍ

  •  Me vienen a la mente las palabras de John Berger respecto a que todo arte verdadero aborda algo que es elocuente, pero no acabamos de entender. Elocuente porque toca algo fundamental. ¿Cómo lo sabemos? No lo sabemos . Sencillamente lo reconocemos.  
  •  Y Marangoni agrega que el arte, como todas las demás verdades, dígase hoy lo que se quiera, no se revela al primer recién venido, sino solamente a quien ha conseguido hacerse digno de él.
  •  En el caso de la obra del kuwaití SAMI el grito de la verdad está más que pronunciado, es un latido sonoro, estrepitoso, que se estrella cuando sale de su encierro. O es un rostro abominable, torturado, al que se le ha quedado el aullido dando vueltas por dentro. 
  •  ¿Dónde situar estas realidades escultóricas? Pues donde deberían estar siempre que vayamos de un punto de lo contemporáneo al otro, de un contexto global a otro, de una significación cercana a otra más lejana. Son eficaces porque denotan y describen, y su dicción no tiene pérdidas a cuenta de resultados. Y tienen coherencia porque saben coexistir con otras visiones y otras plásticas.  
  • Qué lenta viene la noche por detrás de las espadas.
(José Lezama Lima). 

28 de noviembre de 2012

NOT VITAL (1948) / CIEN FLORES DE LOTO

  •  Pues no está la reproducción de la instalación de las flores de loto, pero sí otras indagaciones formales en la obra del suizo VITAL expuesta actualmente en la galería Ivorypress de Madrid. En una sociedad como la nuestra, la mirada, tan cargada de referencias, tiene que tener un estímulo constante para cargarla con nuevas experiencias plásticas.    
  •  Este artista lo consigue a base de llevarnos de un imaginario a otro, de un experimento a otro, de la búsqueda al encuentro, de las montañas a los iconos, de lo étnico a lo refinado, de significaciones a significados que quedan a la voluntad del espectador.  
  •  Fundamentalmente es la forma de la materia la que toma la iniciativa, la modela según su contextura y afinidad, después viene la ocurrencia y el desarrollo de la misma y que según la crítica formulada, de lo que se trata es de contemplar la pureza de la formas, sin intentar desmontarla con interpretaciones al uso. 
  •  Los resultados buscan, como en casi todo el arte contemporáneo, conjugar la espectacularidad con el oficio, la sensibilidad y la puesta al día. Una magnífica composición del detalle, del acabado, del entorno y no tanto de la luz. Una creación de atmósfera que nos lleva a una reflexión sobre lo que irá posteriormente, una vez terminados estos manantiales.   
  • Estrellas de escarcha con capucha morada,
  • alzaban un teorema, un caracol, un Carlomagno.
(José Lezama Lima). 

26 de noviembre de 2012

MATSCHINSKY (1921)-DENNINGHOFF (1923-2011) / TENERLOS PRESENTES

  •  Estamos en una sociedad tecnológica de la que queremos obtener sus frutos y transformarlos en arte. Tubos en estructuras primarias pero gigantes, que simbolicen claramente a la era a la que se rinde tributo. Extender sus formas, hacerlas retorcerse, hasta hacernos pensar si son ellas las que ordenan y reglamentan. 
  •  La pareja alemana MATSCHINSKY-DENNIGHOFF ha construido estas piezas como cilindros en los que para la arquitectura, el urbanismo, la cultura, la colectividad, representan los tótems de la era actual, los que, de acuerdo con sus autores, expresan la magnitud y dinamismo que son sus rasgos más peculiares.   
  •  Pero también están dotados de esa plasticidad que los hace más instransferibles y con la que confieren al espacio que les rodea de una dimensión que el espectador ha de percibir y tener que sensibilizarse. Son metamorfosis que entre el cielo y la tierra generan el vínculo que nos une a través de su contemplación y su tacto. Siempre debería haber un icono ante el que sentarse y meditar.     
  • Delicadamente la mesa
  • se hiende en dos planisferios.
  • El que se va hundiendo
  • hasta el centro de la tierra.
  • El otro es un hueco
  • por donde pasa una carreta
  • llevando un feto, con las guirnaldas de Baco.
(José Lezama Lima). 

21 de noviembre de 2012

BEPI ROMAGNONI (1930-1964) / MI MUERTE ME DEJÓ SÓLO CON EL PRÓLOGO

  •  Aunque sean obras completas, acabadas y perfectamente estructuradas, en ellas se pulsa una búsqueda que no ha terminado, que ambiciona cumplir con segundos y terceros ritos espaciales. Si se construye un laberinto para escudriñar una realidad cada vez más compleja hay que transitarlos todos pese a saber que nunca finalizarán, que parten de presupuestos que nosotros ignoramos.   
  •  No solamente son unas formas que están entre la descripción y el análisis, sino que la función cromática hace de puente para no identificar, para que haya un itinerario que no sea fácil, que se bifurque entre esquinas, vueltas, cuadrículas, plantas, secuencias de un cosmos existencial complejo, en el que nos extraviamos, nos sentamos y vemos nuestro alrededor oscuro, ahogado en encrucijadas confusas y enredadas.   
  •  La obra de ROMAGNONI, que situamos en los años difíciles y tensos de la posguerra, reivindica la dificultad de encontrarse a sí misma entre tanta tendencia que vacila entre unos y otros planteamientos, la exigencia de marcar su itinerario, de fondearlo cuando es necesario y saber surcarlo en los momentos en que ha se ha topado con ese clímax narrativo que estaba latente.   
  • La cajita de música dio
  • la hora de acostarse.
  • Y todos volvieron
  • a ahorcarse en su tembloroso
  • escaparate de palisandro.
(José Lezama Lima).

19 de noviembre de 2012

FELIPE ALARCÓN ECHENIQUE (1966) / LOS HIJOS DE MARÍA


  • Desde el Caribe las fuentes religiosas no se ven como las epifanías de origen europeo y cristiano a las que estamos acostumbrados, sino como una dicción étnica, insular, mixtificada y extasiada entre lo animista y lo vitalista. En ellas, tomando las palabras de Lezama al revés, la muerte nunca dejará de ser sonido y la sombra se hará carnaval de larga eternidad.

  • En esta obra, un tríptico, "los hijos de María", el hispano-cubano FELIPE ALARCÓN construye alegóricamente las raíces del ser en una tierra, en un cosmos que conforma etnia, historia, cultura y estética, que llora desde una tumba que nunca está inclinada, lo que germina esa configuración de prismas, tan propia del autor, que se van sucediendo según se van generando, pues unos son la consecuencia de otros y esos otros serán fruto de los que ya está a punto de aparecer en un sueño interminable de formas y existencias. La fisonomía coral tiene en lo horizontal inferior la gama cromática y tonal de ultratumba, la vida se ha juntado con la muerte y son una misma esencia que tiene en María un dios indiferente -lo que se percibe en esa mirada ciega-.

  • Pero si nos fijamos en el horizonte superior, el asomo del cielo es escaso, aunque azul y claro, y no necesita iluminar el tronante fragor de abajo; las montañas están pálidas y no generan perspectiva, tampoco hace falta que lo hagan. Esa intencionalidad organizadora es la que desvela que la burla ha terminado, que lo que se habita es otro barco y ése está tomando rumbo al destierro en una urna. Que al abismo, evidente es que no ha lugar a más dudas ni recelos, se baja venerando unos pocos la ceguera, el vidrio y el agua de los ojos de María, o dando alas a las mansedumbres invictas, sean o no mestizas, o pintando los misterios redentores de cuerpos insepultos pujando por una perpetuidad de ron y amor secreto.

  • Es una figuración cuya melodía plástica es la depuración de muchos elementos, si bien los que al final toman la rienda que lleva a la diversidad y al tambor de cabalgata, están perfectamente estructurados, y si alguno ha sido violado o se ha escondido deja el hueco o un perfil del que exhala el temblor y la huella incapaz de ser olvidada.   

  • Qué alegría, qué alegría,
  • qué majestuosa tristeza esa unión
  • de la respiración misteriosa,
  • entre la transparencia que se recibe
  • y la exhalación de las entrañas
  • que se devuelve.
  • Esa es nuestra morada,
  • la pureza que se recibe
  • y la siniestra semilla que se hunde.
(José Lezama Lima).