ERNESTO CAPDEVILA (1970) / JUEGOS DE IRREALIDAD

 

• Hay una lucha constante en el campo artístico entre razón e intuición, entre lo conceptual y la emoción, entre la teoría y la práctica, entre la sensibilidad y su abstracción, entre el principio de realidad y la utopía.    

• El cubano CAPDEVILA apuesta en su obra porque su concepción creativa esté en la fuerza de lo barroco, de lo simbólico, de lo imaginativo que conlleve sueños y viajes a otras esferas, a otros universos en mutación constante.  

• Para lo cual exhibe unas dotes pictóricas y plásticas que funcionan como fuerzas poderosas de un pathos abierto a los avatares, a las fabulaciones de lo onírico poetizado como un enigma visual y sensual que ha emergido de debajo de la superficie isleña para habitarnos.  

La inocencia de un cuerpo profundamente dormido protege y transfigura al durmiente. Su inmovilidad absoluta da la sensación de una silueta esfumada.

(Roa Bastos)

TIINA HEISKA (1959) / ¿SE HAN IDO?

 

• Claro que hay que eliminar las evidencias y claro que hay que salir al encuentro de epifanías, aunque sea imposible dejarlo todo atrás y pese a que las capacidades adquiridas nos inciten a búsquedas cercanas y nítidas.     

• Pero la filandesa HEISKA procesa la realidad de la figura bajo el compromiso de hallarle otras acentuaciones plásticas, que se adentren en el terreno óptico de su desdibujamiento en aras de una fantasía de incertidumbres. 

• Los enjuagues cromáticos y abstractos son atmósferas entre la niebla, que abarcan el envolvimiento de cuerpos femeninos en los que se adivina misterio y tragedia, inocencia y encierro, sexo o muerte, placer o dolor, significados muchos en un núcleo estético que se erige en el eje de una superficie convencida de esta respuesta pictórica.   

La inocencia de un cuerpo profundamente dormido protege y transfigura al durmiente. Su inmovilidad absoluta da la sensación de una silueta esfumada.

(Roa Bastos)

JAIME SÁNCHEZ ALONSO (1955) / ¿QUIÉN DIJO QUE YA ES LA HORA?

 

• Decía Cassirer que el hombre es un mundo simbólico y el arte ocupa un lugar principal entre esas formas simbólicas.  Pero SÁNCHEZ en esta serie va más lejos y nos crea ya como sombras de una existencia acabada. 

• Aunque en un segundo momento, si nos fijamos bien en este espacio de ultratumba, aparece otra supervivencia que es una conciencia de una angustia plástica que se ha salido del tiempo y habita otro cosmos.  

• Tal expresión configurativa concierta mediante una luz cruda el abismo  que se convierte en otro medio de invocar y verse, en otra confesión que iluminar a ciegas, en la callada manifestación de un ultimátum que es el vértice de una visión que no se olvida.

Me veo en los otros tanto más nítidamente cuanto la distancia que me separa de ellos es la misma que me separa de mí.

(Roa Bastos)

TONY DE LOS REYES (1960) / SIEMPRE ME ENCUENTRO EN LA FRONTERA

 

• Moverse entre muchas fronteras y ciclos, cambiando de registros, invocando distintos motivos, explorando desarrollos, abriendo puertas y dejando abiertas las salidas, fraguar otras realidades a partir de las existentes, etc. 

• En estas acciones solamente hay un resumen de una obra como la del americano DE LOS REYES que tiene diferentes planteamientos tanto plásticos como temáticos, pero que al final, en su culminación, aparecen vertidos de acuerdo a un conjunto de sensaciones que enturbian la mirada.  

• Transfieren movimientos en la superficie que generan andaduras que no parecen tener otro  rumbo que el suyo propio, sea entre tinieblas o sea entre crepúsculos, navegando dentro de espacios que ya son indefinidos y no necesitan ninguna certidumbre.    

La verdad sólo es verdad mientras permanece oculta.

(Roa Bastos)

KEVIN WENDAL (1956-2011) / ELLOS NO ME DETUVIERON

• Nadie pudo detenerle a lo largo de un recorrido vital duro, callejero, feroz, rebelde y drogado hasta las cejas. Aprovechaba también tras las rejas para vomitar su rabia en unos soportes que a duras penas sostenían la violencia con que los acometía. 

• Sus obras, entre gritos y trazos, se asemejaban a él mismo cuando en los momentos lúcidos intuía la dimensión de su condición traspasada por un dolor lacerante que únicamente en la pintura tenía su breviario.    

• Demasiada intensidad en esa traslación de emociones y de imaginarios que le poblaban de fantasmas nacidos en sí mismo y en su pasión de ser solamente como ellos, pues nunca le abandonaban y le confortaban desviando hasta lo imposible el aliento mortal de su boca.      

Una imagen es sólo el punto donde la mente, el ojo y la mano se detienen entre varias incertidumbres. En ese punto todas ellas confluyen, se niegan y se destruyen, metamorfoseadas en una realidad desconocida.

(Roa Bastos) 

SHAWN DULANEY / ME ENVUELVEN

 

• La pintura de la británico canadiense DULANEY es el fruto de credos históricos, románticos, incluso metafísicos, sobre la naturaleza y la atmósfera que cada día que pasa la humanidad se empeña en destruir.  

• El encanto de esas franjas horizontales que desbordan el marco de sus obras son aspiraciones en que la visión quiere sumergirse, rodearse, desaparecer en su interior a fin de que nuestro cuerpo camine y contemple en paz.      

• Las capas cromáticas son sutiles y acariciantes, ingrávidas y flotantes, no pesan y dotan a la superficie del engaño de existir en un espacio suspendido en la infinitud de un tiempo que revitaliza el cosmos con una energía genésica.   

Si Dios no existiese, habría que inventarlo.

(Voltaire)

JAMES BONNICI / NADIE ME RECONOCE

 

• Creo que al australiano BONNICI la declaración de Hegel, según la cual el arte simbólico es aquel cuya idea no llega a determinarse en medida suficiente como para traducirse adecuadamente en una materialidad sensible, le trae sin cuidado. Si se puede inventar a Dios, también se puede inventar a su heredero.

• Porque de lo que trata su obra es el retrato de la demencia que acomete al hombre cuando se sienta solo delante de un espejo. Lo que ve en él, en lugar de su rostro o cabeza, son tejidos o vendas arrugados, desgastados o rotos, que conforman una supuesta racionalidad sublime de lo informe y horroroso.  

• Por eso no es una estética de la mediocridad sino la de una cloaca de dormitorio que se engendra como una reflexión inversa, que si se inicia como un purgatorio acaba decantándose por un infierno como lugar que le hace ocupar a uno una identidad perfecta en el espacio y en el tiempo.   

Se tiene derecho a mentir sobre las apariencias , pero no sobre lo esencial.

(Roa Bastos)