4 de noviembre de 2014

VASUDEO GAITONDE (1924-2001) / HE PINTADO LO QUE TIENE LEGITIMIDAD PARA NO SER


  •  ¿Es posible, como alguna interpretación apunta, que nuestras fantasías nos vienen de la noche cerrada de los tiempos, de la vida que nos vive? ¿Son estos signos, manchas y texturas un arcano milenario que ha esperado al yo que lo haga visible?


  •  GAITONDE, uno de los artistas indios más cotizados y valorados, se ha esforzado para dar culminación a una obra que lleve a ese silencio ancestral, a esas huellas que lo han masticado, lo han formado desde la raíz de la materia, e incluso le han dado su predestinación.  


  •  Es un fluir constante, tenue, vaporoso, incitador de prospecciones en su piel y en su carne, que están vivas y calladas, que luchan por ocultarse y ser informes, que habilitan recursos para que su secreto siga escondido entre los pliegues madurando la cepa, exonerado del tiempo y de la inmensidad del espacio. 

Sí, desengáñate, todos los hombres, también tú,
olemos a cuerno quemado o a papel quemado,
o a aire irrespirable quemado; a ciervo que-
mado que huye en el bosque; o a bosque que-
mándose.
(Antonio Quintana)

2 de noviembre de 2014

EDUARDO LOZANO CHAVARRíA (1975) / YO QUIERO QUE FLUYA



  •  El zaragozano LOZANO no cree en aquello de que el arte contemporáneo es cada día más una pasión por lo incorporal  y un furor casi religiosos por el vacío (Castro Flórez). Al contrario, para él la materia tiene miles de formas, múltiples encarnaduras, variables de luz y color aún imprevistas y a la espera.   


  •  El empaste ha de estar bien condensado y grumoso para que torture a la forma y de ese modo sentirla vivir, como un expresionista rebelde que pretende vengarse de un mundo que él cree definitivamente cerrado o como un poeta que amplia horizontes para huir para siempre de él.

  

  •  El caso es que en las obras de este autor la pintura da nuevas prueba de su existencia porque no es un recursos para engalanar la vida o para aislar de ella un ámbito de puro juego, sino un recurso para dale una forma y un sentido (J.B.).

Yo tengo el corazón lleno de miedo.
Yo colecciono risas enjauladas,
gorriones con piernas ortopédicas y gaviotas
muertas
por alas de aeroplanos sin rumbo.
(Antonio Quintana)

29 de octubre de 2014

ELIGIO PICHARDO (1929-1984) / LOS DEMONIOS SON NUESTROS ANCESTROS


  •  La omnipresencia de los demonios es la que nos cuenta todo, nuestros orígenes, nuestra evolución, nuestra cultura, nuestro yo colectivo e individual. No son fieras ni monstruos, son bienaventuradas mascotas que entienden de la desidia y del caos humano.  


  •  El dominicano PICHARDO sabe muy bien como son,cómo hay que representarlos, cuál es su juego de intenciones, la filosofía que insuflan en la nuestra y el encanto especial que desprenden. Su fisonomía de aristas y geometrías con los cuerpos pintados como si de entes telúricos de tratara invita a esa interpelación constante de lo primitivo y lo actual, del pasado, el presente y el futuro.   


  •  No son agoreros pero nos advierten, tampoco son signatarios de un pacto de muerte, y a pesar de ello le confieren una naturalidad para el momento que llegue y que ellos ya saben. La verdad es que son ángeles para contemplar nuestro destino desde cualquier otra dimensión, hasta aquella que se nos había pasado por alto.   

Señor, señora,
¿quién me compra este sueño sin arrugas? Le
aseguro, señora, que no come.
(Antonio Quintana)

27 de octubre de 2014

ARMANDO MORALES (1927) / ¿ES QUE ACASO NO VEIS LO QUE ES LA PINTURA?


  •  ¿Es que acaso no se ve que la pintura, decía Jean Bazaine, ha de volver a encontrar su encarnación, es decir, realizar nuevamente esa penetración, esa gran estructura común, esa semejanza profunda del hombre y del mundo, sin la cual no hay forma viviente?

 

  •  El nicaragüense MORALES, considerado en su día el mejor pintor americano, sí la ha encontrado y la ha definido con una pasión infatigable. En todas sus temáticas late un profundo saber y un espíritu plástico que formula la clave inefable de un lenguaje clarividente. 


  •  Es como si su obra fuera fruto de una predestinación que hubiese obtenido la gracia del encuentro entre el mundo y la forma, entre la naturaleza y su expresión íntima, entre lo humano y su destino inalcanzable. Una fuerza insospechada subyace en esta imaginería de configuraciones inapelables. 

La púrpura doliente del espacio,
te llamé, con la luz de mi quimera,
sin saber que llorabas mi silencio.
(Héctor M. Rivera)

25 de octubre de 2014

ALFONSO GALVÁN (1945) / EL ASOMBRO DEL LA REALIDAD


  •  Picasso hablaba de que el arte no es verdad, que es una mentira que nos enseña a comprender la verdad, al menos, la verdad que, como hombres, somos capaces de comprender. Si eso es así, el madrileño GALVÁN nos la fija en la mirada primigenia a través de sus obras.  


  •  Es una pintura que nace de un sueño imponderable que al mismo tiempo es una realidad que se mueve entre lo tangible y lo intangible. Podemos imaginarnos que retrocedemos hasta ella, que estamos en su atmósfera, en su hábitat, y al mismo tiempo nos descubrimos en un hoy que sigue siendo ayer. Metáforas de supervivencia que no tienen fin, que son ahora porque es el tiempo el que nos lleva con nosotros.   


  •  La iconografía es salvaje, no cesa en esa lucha cruel de lo pictórico consigo mismo y con lo que representa, nos ahorra falsos memoriales de cantos edulcorados ya manidos y repetidamente contados, y si hay simulacros tienen la voz de lo genuino, del impacto plástico que aúna formas y temáticas en una correspondencia casi absoluta.   


  •  Por consiguiente, es un trabajo a contracorriente espléndido que no ha tenido en cuenta lo que Jean Bazaine aseguraba respecto a que no se hace la pintura que uno quiere, sino que se trata de querer hasta el fin la pintura que se puede, la que puede la época. 

(El tiempo es la luz que se desgasta
el universo que se simplifica
la violencia que se dispersa
la verdad que se asienta y vuelve a su principio).
(Alberto Vanasco)

23 de octubre de 2014

JOEP VAN LIESHOUT (1963) / ASÍ QUE FUE UN ESPANTO REPENTINO


  •  Es cierto que es una necesidad de parte del arte actual mostrar que lo que existe lleva, finalmente, a una singular manifestación o puntualización de lo asqueroso (Castro Flórez), pero también a lo erótico, lo anatómico, a lo orgánico y fisiológico.   


  •  En lo que respecta a la obra del holandés VAN LIESHOUT no me resisto tampoco a a volver a citar a Castro Flórez cuando señala que son muchas las paradojas del arte moderno, embarcado en una pretendida liberación (social, de los instintos, de la tradición) que termina por resolverse en ambigüedad (negativa), aunque también puede ser entendida como potencia liberadora.    


  •  Efectivamente, este autor postula una visión morfológica mutilada o en trance de definición, liberada, provocadora y narcisista. No caben términos medios sino objetos producto de una realidad cotidiana que se ha vuelto loca y se expresa imaginando un pensamiento diseccionando un axioma. 

Vengo a buscar una tarde compacta,
a rescatar un sábado enemigo,
el ruido y el olor de una calle desierta,
el sol invicto que delata los trópicos,
los tiempos de matar y de lluvias reales,
de creer en mujeres besadas hasta el odio
en playas desiertas hasta la desesperación,
en momentos vividos hasta el bostezo,
en espadas hundidas hasta la felicidad.
(Mario Trejo)

MIGUEL ÁNGEL SALVÓ / PINTO UN TIEMPO Y UNA HISTORIA


  •  El cubano residente en España SALVÓ quiere llevar claramente la contraria a Baudrillar en eso de que el arte se ha vuelto iconoclasta, y que esta postura iconoclasta moderna ya no consiste en destruir las imágenes, sino en fabricar una profusión de imágenes en las que no hay nada que ver.  


  •  Por el contrario, veo en su obra una pasión por ofrecer grandes visiones, barrocas historias, complejas organizaciones, un enorme sentido plástico para la combinación de imágenes tan dispares, hasta alcanzar un dominio figurativo que aúna fantasía, realidad, juegos cromáticos de luces y sombras, testimonios, secretos, creencias y una confrontación con la sensibilidad y el conocimiento del espectador, que a la par que se ve absorbido por esas figuraciones se pregunta por la maravilla que las perpetra y a la vez hasta las condena a ser entes en un espacio extasiado e infinito.   

Después de consumirme,
la lava vestirá mis blancos huesos.
Qué sólo el mar me apague.
(Adela Tarraf)