- De calle en calle, de pared en pared, de tapia en tapia, las dificultades de hacer circular y difundir la expresión no llegan a extinguirse, porque graffitis como los del norteamericano A-ONE es una comunicación que se hace en términos de proyección artística.
- Sus murales son como panorámicas en movimiento constante y espontaneidad absoluta. La intuición y el instinto dominan el código lingüístico propio de esta manifestación estética, que se construye como un jeroglífico al que el paseante debe interpelar.
- La visualización marca el grado máximo de depuración al que se llega como resultado de una policromía que se eslabona y encadena como el fondo y la forma de un cuento que no tiene final pero sí descendencia.
Vosotros habéis caminado por vuestra senda, yo por la mía, semejantes ambas, ambas perversas.
(Los Cantos de Maldoror)