29 de mayo de 2018

DAVID BATES (1952) / NO PODÍA HACER OTRA COSA


  •  Georges Braque creía que el fin de la pintura no es la preocupación por reconstituir un hecho anecdótico, sino por constituir un hecho pictórico. Y para el norteamericano BATES se funden los dos aspectos en uno.


  •  Pero en sus obras rige un primitivismo fantástico o un retrato de una América que se come sus sapos sin inmutarse. Por eso decía Freud que hay un efecto perturbador cuando el límite entre fantasía y realidad se hace más agudo.


  •  Su concepción plástica es ruda y propia de un hombre del campo y de la selva, a los que le usurpa una figuración que, eso sí, nunca será postiza, y debería clavarse en postes de ese territorio. Y su escultura es un talismán grande que nos ofrece un imaginario válido para todo tiempo y espacio.

Muero porque me arrojo, porque quiero morir,
porque quiero vivir en el fuego, porque este aire de fuera
no es mío, sino el caliente aliento
que si me acerco quema y dora mis labios desde un fondo.
(Vicente Aleixandre)

No hay comentarios:

Publicar un comentario