- La pintura penetra, se infiltra, atraviesa y se introduce en los mundos corporales íntimos, cuya piel es la que infunde una catarsis que dé forma a la línea roja de lo ilimitado. Se trata, como dice Francis Bacon, que el espectador pueda sentir la temperatura del cuerpo que aparece retratado en el cuadro y de esta forma sentir que la obra está viva y funciona.
- Fluidos, carne, fuerzas (F.Bacon), dolor, impotencia, frustración y una plástica sorda a lo que no sea el grito mudo de una mirada que habla a la soledad en silencio, que muestra lo que consideramos algo interno porque somos incapaces de reconocer su transparencia y de que el origen del mundo sangra y sangra.
- Las tonalidades y el color son los auténticos autores, los que dan esa dimensión transgresora, reveladora, pudibunda, porque al fin y al cabo se trata de una representación de martirios sin leyenda, sin altares, sin retablos, sin una mala oración que los arrebate a un paraíso que tanga un asomo de infierno.
Qué sabe de dolor
quien no ha sentido toda la belleza.
(José Luis Rey)
- Palazuelo señalaba que el espacio era la bestia contra la que luchaban los artistas. Una superficie sobre la que se trabaja, que no es un espacio plano, sino un espacio en abismo. Sin embargo, el mexicano PETTERSON ha encontrado el cauce por el que convertir su peculiar concepción del arte en una emoción que se transforma en un acercamiento a la naturaleza sobre la base de desvelarla con esos a modo de biombos que tratan de protegerla.
- Sobre la base de la fuerza y fluidez de la imagen sobrevuela una sensación plástica de libertad, de vida animal y vegetal, en la que el sonido de la palabra queda extinguido por la resonancia de unos territorios vírgenes.
- Su configuración podría haber corrido el riesgo de un preciosismo desacorde, empalagoso, pero no ha sido así, es una mixtura en la que lo geométrico encuadra, simboliza el laberinto en el que se encuentra una percepción insospechada, pacífica, leal consigo misma y con una utopía que se queda en la defensa de unos valores que hemos derrochado a plazos.
Tuvimos juventud, tuvimos sueños,
llegamos a vivir y eso era todo.
Y qué inútil belleza tan hermosa.
(José Luis Rey).
- Con el valenciano ROMAGUERA, habitual en este blog, y más en esta ocasión en que su proyección llega hasta la celebración de una exposición en la Gallery Arps&CO 2014 de Amsterdam, me ocurre lo mismo que con lo que señalaba Palazuelo al considerar el arte una iniciación al misterio de la realidad, esa realidad del mundo y también de la mente.
- Su obra, de la que ya he hecho diversos comentarios, encarna una acumulación de posibilidades en todas las direcciones, es como una fusión a fuego y color de fluidos, figuraciones, abstracciones, geometrías, fuerzas en tensión, en que las formas se buscan para transformarse una y otra vez.
- En sí misma es una exploración de modos de entender las relaciones formales y expresivas, hasta alcanzar aquellos medios y tácticas que nos hacen concebir otros ámbitos de percepción y comprensión, sin olvidar sus improntas emocionales como experiencias cargadas de contenido e inteligencia .
- El espectador siente que su mirada queda colmada, que la plasticidad se ha abierto a todas las llamadas del ambiente y a que a través de su pintura el arte siempre diga algo sobre el mundo en que vivimos, aunque sea con esa plenitud de luz poética y engendradora.
Ya esta aquí la plenitud.
Ha venido con el viento.
Ha venido con la luz.
Ha venido con el verbo.
(José Luis Rey)
- Estos retablos del infierno, esta pintura del sacrificio y de ritos todavía vigentes, guardan su plasticidad para que los veamos como entidades vivas, que colean entre la representación lúcida, patente y una pesadilla que nos convoca para ir y viajar con ella.
- Lo deforme, ya sea en relieve o pictóricamente, no nos hunde en la agonía, tiene una sabiduría creativa, de la que es portador el mexicano VENEGAS, exaltante, extática, cuya poesía conjuga valores intrínsecos y extrínsecos capaces de orientarnos en nuestro pensamiento ancestral, antropomórfico e idolátrico.
- Es una obra para recrearse en lo que aún queda después de lo perecedero, en lo antagónico del espíritu puro, en la biografía de un abismo que se nos hace accesible y evoca ruegos y preguntas, tinieblas y sombras, fuegos y osamentas, ruinas y la creencia de que todavía permanece una visión verdadera que no tiembla.
Buscadme sólo en lo bello.
Un día yo no estaré.
Buscadme en lo verdadero.
(José Luis Rey)
- En la obra del americano FROST el juego de relaciones formales y cromáticas conforma un puzzle en que las percepciones visuales de lo contemporáneo se fusionan con las de lo primitivo, ancestral, tribal o incógnito.
- Porque debajo de ese muestrario de diversión avanza una ferocidad que transgrede el retablo, que formula sin compasión sentencias y admoniciones, que desintegra la belleza para acatar otra atemorizante y delirante.
- Es un repertorio pictórico bien programado, perfectamente delineado, con una ornamentación que matiza la condición estética de la creencia, del arte y de lo que se espera de él cuando hay un rito que se desprende del ídolo.
Acerca del tiempo y del espacio no tiene medida o por lo menos no han sido su preocupación, al contrario, lo que antecede es el mensaje, la comunicación y el impacto de todo aquello que es mestizo, rabioso y ya se ha descodificado.
¿Y quién dirá que existí,
que viví para soñar?
Una vez, una vez sola.
Una vez y ya no más.
Pero una vez es la vida
y otra vez la eternidad.
(José Luis Rey)
- ¿Qué es lo que mueve a proporcionar un sentido a la vida de la creación? Pues la inmortalidad de ese deseo que renace sin cesar de sus cenizas, magma devorador, lava fertilizante. Lo que puede cuadrar perfectamente con una concepción del surrealismo, o de un surrealismo que solamente permanece mudo a quienes no quieren escuchar la forma (Kandiski).
- Y sin embargo el danés FREDDIE la siguió escuchando hasta sus últimos estertores porque sabía que ese simbolismo moderno que es el surreal, es un simbolismo abierto, precisamente al pretender fundamentalmente ser comunicación de lo indefinido, de lo ambiguo, de lo polivalente (Eco).
- Su obra nos deja múltiples resonancias, muchas propagaciones del verbo, de la génesis, del tiempo acabado, de lo irracional que amaga con sumirnos a través de la mirada en un descenso o en un ascenso donde lo que somos y lo que nos transforma nos invita a legislar sobre un orden delirante que tiene sus reglas, su principio y su fin.
Yo no quiero que esté en mí la poesía.
Yo quiero estar en ella.
(José Luis Rey)
- Pues sí, es como si el madrileño ELESPE hubiese estado en el infierno y hubiese aplicado en su obra la frase de Milton: "No es luz, sino la oscuridad hecha visible". Y de esa visibilidad nace la resurrección.
- Y también una belleza en esos muertos que cuando se descubren sentimos su horror porque como decía Aristóteles en su Poética, las cosas tales como cadáveres, desagradables de ver en sí mismos, pueden transformarse en bellos de contemplarlos en una obra de arte.
- En estas obras lo irracional es un misticismo de seres difuntos retornados, que invocan tanto su liberación como la nuestra, la liberación de ese yo mortal, de ese accidente que somos y que al morir nunca volveremos a ser.
- Seres idénticos unos a otros, que conservan la iluminación de las cenizas, el polvo del fuego, las sombras que les adornan, la intemporalidad no regalada pero sí absorbente, la mirada fija y el rictus de la boca amenazante. Saben que nos les queremos esperar, mas seguirán convocándonos con sus transparencias, con su energía y fosforescencia.
Nos adentramos en nosotros mismos:
corola de recuerdos, la paz del sol dormido, la marea
de sueños,
las águilas del odio, el árbol del amor que da frutos de fuego.
(José Luis Rey)
- Es cierto que la creatividad implica también un componente narcisista evidente, que jamás abandonará. Pero en el caso de la obra paisajística del costarricense FALLAS, tal elemento es en el que incurre el propio panorama que se ha aliado con todas las fuerzas de la naturaleza presididas por su dios equino que se alza como un gigante de follajes, espesuras, arboledas, un verde cosmos que contiene revelaciones para la mirada.
También dicen que la obra es siempre inferior al sueño del que nació. No es tanto así, creo, como el que al final, una vez construida, toma la dimensión que ella misma impone, que considera cuál es el el sentido de una visibilidad más honda, un imaginario más acorde con una realidad que procedía de una fantasía enclavada en la misma.
No hay duda que estamos obra que se completa en sí misma, en una exaltación de un territorio que se mueve entre la utopía y el buen oficio pictórico, que renueva una historia de un papel protagonista -aunque le ha costado tenerlo-, circunscribiéndolo a su propia raíz tropical, a sus características fuentes de la definición telúrica del origen táctil, carnal, corpórea de esa quimera.
Venid, volved, subid.
Escupid al perdón, a la miseria,
al otro olvido, dispensada fama
a quien debía amar, vivir, ser sólo.
(José Luis Rey)
- Sí es cierto que el fervor de la obra de arte libera en cada uno de nosotros unas fantasías únicas y excepcionales. Y también que para el propio artista es un esfuerzo supremo, un jadeo de todo el ser, en el que la creación desgarra, cierne, asemeja y aprieta.
- En el argentino MARTÍN la visualidad está consagrada a la apropiación de unas reflexiones y sensaciones con el fin de elevarlas a la altura de una emoción capaz de dominar el tiempo y el espacio, con el ser más allá y la metamorfosis más acá.
- Sus esculturas son esfinges de ahora, que nos hablan del presente, que auguran el futuro, que gritan y miran al cielo. Son sueños de nunca acabar, de formas imperfectas que constituyen la perfección, que denotan un misterio y que con su contribución empezamos a conocer y sensibilizarnos con él.
Sólo un instante de fulgor y en él
vivir la eternidad, mientras la sombra
arrastra brutalmente a los mayores.
Ojos abiertos frente al mar: la vida
era ya para siempre un reino inmenso.
(José Luis Rey)
- Para el costarricense RAFA FERNÁNDEZ, toda una institución cultural en su país, y padre de Alma, a la que dediqué anteriormente otro post, la concepción plástica pasa por la condición femenina, al ofrecer un campo de posibilidades inmensas, inagotables y las cuales siempre aportan y contribuyen a esclarecer, a conocer, a sentir su confabulación sempiterna.
- Aunque dicen que no existe una interpretación definitiva ni exclusiva, pero tampoco provisional o aproximativa -¿qué es lo que queda entonces?-, en este caso sus obras se abren de par en par para contemplar los rostros que adopta el lenguaje de sus formas. Sus brotes de color nos alcanzan y fecundan una emoción.
- El cromatismo, unas veces fuerte, denso y vigoroso, otras suave, delicado, marcando luces y sombras, es la seña de identidad del artista, que a través de él menea su imaginario en el centro del mismo depositado en la mujer, la cual es partícipe mediante ensoñaciones y sueños, con presencias audaces, exigentes tanto en su melancolía como en su caracterización, y con ese silencio que es su entraña sonora.
Belleza que no mueres, ven conmigo.
Y creceremos juntos.
(José Luis Rey)
- Ya queda muy poco tiempo para que la obra del hispano-cubano ALARCÓN se exponga de nuevo en Berlín (9 de enero), en la galería Richter, ciudad en la que se aprecian y emocionan estos microcosmos de existencias captadas en pasadizos secretos, en silencios remotos, en ambiciones, en odios y temores, en encuentros y azares, en sufrimientos y despedidas, en mestizajes y concepciones, en mitos y leyendas, sin olvidar las consiguientes transformaciones y carnavales.
- De Felipe he hablado y comentado largamente y como él dice, su trabajo es el alma de un pueblo que nunca ha dejado, que siempre está en su sueño hasta que el destino le lleve con mucha misericordia al sepulcro. Pero su legado quedará y esclarecerá perspectivas, nociones, visiones y ese magma caribeño que subsiste gracias a él y a otros.
- Puede estar pintando todo un día sobre confesiones, creencias, secretos y sonidos dentro de un territorio poético que todos conocemos y en el que encontramos la expresión concebida, y, sin embargo, la imagen final nos lleva a parajes desconocidos, a cuya sombra viviremos y caminaremos por todos los que antes se fueron. Pasado, presente y futuro, en una plenitud aparentemente caótica y arracimada, pasan por unas miradas que van de extravío en extravío hasta que alcanzan las profundidades de una sensación única y un pensamiento inesperado.
Tener ideología es tener ojos
y ver el cielo, compartir las nubes.
Entregarse al milagro, ser él mismo.
El avaro, el cruel, el justo, el débil
van hoy contigo.
(José Luis Rey)
- Hacía mucho tiempo que mi amigo CÁNDIDO MONGE no visitaba este blog, al que por fin llega hoy conservando su estigma de gran creador solitario e injustamente olvidado porque no juega con ningún equipo de campanillas. Pero si es cierto que todo arte se alimenta de toda cultura y civilización de su época (modos de vivir, pensar y sentir), este artista entra de lleno en ese axioma a través de su sintaxis y síntesis de todo el progreso de la materia, especialmente del hierro.
- Y si tiene claro una verdad es que el arte también es una guerra donde las fuerzas de la vida y de la muerte se enfrentan, se desgarran mutuamente, y él esta en medio construyendo su significado, entre la dureza de la masa que manipula y lo lábil de sus esqueletos, de los espíritus que al final asoman de la misma, porque en definitiva acaba de dar con su forma, la misma que toman esas efigies que simbolizan el todo que él tenía en imagen.
- Algunos aseguran que no existe una interpretación determinante ni exclusiva, ni siquiera una provisional o aproximativa. Quizás sea cierto pero lo indudable es que su obra contiene en su íntegro conjunto y plenitud los elementos que dan consistencia, valor formal y enaltecimiento a una trayectoria que cubre ideológicamente multitud de aspectos y hasta de relatos. Y entre ellos las encarnaciones de una investigación constante sobre la contemporaneidad de la forma vista desde una óptica desnuda, despojada, férrea y oscura, que abre referencias y nunca las cierra.
Con cuánta destrucción, con cuánto odio.
Con cuánta falsedad hemos vivido.
Con cuántos muertos ascendió la historia.
(José Luis Rey)