- Estos retablos del infierno, esta pintura del sacrificio y de ritos todavía vigentes, guardan su plasticidad para que los veamos como entidades vivas, que colean entre la representación lúcida, patente y una pesadilla que nos convoca para ir y viajar con ella.
- Lo deforme, ya sea en relieve o pictóricamente, no nos hunde en la agonía, tiene una sabiduría creativa, de la que es portador el mexicano VENEGAS, exaltante, extática, cuya poesía conjuga valores intrínsecos y extrínsecos capaces de orientarnos en nuestro pensamiento ancestral, antropomórfico e idolátrico.
- Es una obra para recrearse en lo que aún queda después de lo perecedero, en lo antagónico del espíritu puro, en la biografía de un abismo que se nos hace accesible y evoca ruegos y preguntas, tinieblas y sombras, fuegos y osamentas, ruinas y la creencia de que todavía permanece una visión verdadera que no tiembla.
Buscadme sólo en lo bello.
Un día yo no estaré.
Buscadme en lo verdadero.
(José Luis Rey)
No hay comentarios:
Publicar un comentario