- Para el costarricense RAFA FERNÁNDEZ, toda una institución cultural en su país, y padre de Alma, a la que dediqué anteriormente otro post, la concepción plástica pasa por la condición femenina, al ofrecer un campo de posibilidades inmensas, inagotables y las cuales siempre aportan y contribuyen a esclarecer, a conocer, a sentir su confabulación sempiterna.
- Aunque dicen que no existe una interpretación definitiva ni exclusiva, pero tampoco provisional o aproximativa -¿qué es lo que queda entonces?-, en este caso sus obras se abren de par en par para contemplar los rostros que adopta el lenguaje de sus formas. Sus brotes de color nos alcanzan y fecundan una emoción.
- El cromatismo, unas veces fuerte, denso y vigoroso, otras suave, delicado, marcando luces y sombras, es la seña de identidad del artista, que a través de él menea su imaginario en el centro del mismo depositado en la mujer, la cual es partícipe mediante ensoñaciones y sueños, con presencias audaces, exigentes tanto en su melancolía como en su caracterización, y con ese silencio que es su entraña sonora.
Belleza que no mueres, ven conmigo.
Y creceremos juntos.
(José Luis Rey)
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