- Oigamos al rumano HÉROLD, uno de los más grandes representantes del surrealismo, en lo concerniente a que la cristalización es una resultante del futuro de la forma y el material, por eso la pintura debe alcanzar la cristalización del objeto.
- El cuerpo humano, añade el autor, es, en particular, una constelación-punto de fuego de la que los cristales irradian.
- Lo que sí es cierto es que su obra es un cosmos visual que concierta el misterio de las formas, las entrañas del color, la música de cantos malditos, el lenguaje de ídolos insurrectos, de impías criaturas, por otro lado inconsolables. Y así hasta agotar una sintonía inimaginable.
- Todo en este imaginario visionario nos da respuesta de un modo u otro, desde una voluntad artística absoluta a un entendimiento concebido de lo que está latente y te impulsa a un manera de crear determinada bajo unas pulsiones indeterminadas, fuerzas biológicas que no olvidan cómo desbordarse, vaciarse, derramarse bajo una plástica concreta. Es una orgía del éxtasis.
¡Caros alumnos! A la nueva patria,
ya desligada de servil coyunda,
himnos de gloria y libertad la corva
cítara ensaye.
(Ventura de la Vega)
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