El hispano-cubano FELIPE ALARCÓN ECHENIQUE estará con su obra a partir del 1 de julio en el Museo Nacional de Costa Rica, sito en su capital de San José, hasta el 30 de dicho mes. Ahora están exponiendo a Picasso entre otros, después viene él como uno de los grandes representantes de la realidad artística latinoamericana. Enhorabuena.
Una obra con vocación universal en toda su extensión (pues como buen representante de la realidad artística latinoamericana todo es espacio y viaje), en la que podemos verificar la depurada óptica de sus definiciones cromáticas, que se ajustan a las representaciones de esos sueños, de esos símbolos y de esa magia, que se van objetivando como espíritus plásticos cargados del don de la creatividad.
Sobre el plural conjunto de todo ello va esta exposición, en que lo visivo se convierte metafóricamente en carne, en que se ha producido un desvelar que es el factor principal para retomar la pasión por contemplar, explorar, saber, conocer y sentir. Se palpa una singularidad que se infiltra desde dentro hasta volcarse en lo exterior, pero sin permitirnos salir sin más, sin poder evitar que quede adherido a nuestro imaginario una etapa más de un hito histórico y estético. Es otra verdad ya que el hispano-cubano Felipe Alarcón nos está proporcionando.
Venga sin riesgo sobre mí la gloria,
marchen sobre el desierto mis legiones,
con oro haré prevaricar la historia,
y me dirá el mayor de los campeones.
(José Rivera Indarte)
Y en el gozo bestial de tu delirio,
cual reina de sainete la engalanas,
y en el fango la arrastras del martirio,
la tiznas con carbón cada mañana...
(José Rivera Indarte)
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