17 de mayo de 2014

HEINRICH HOERLE (1895-1936) / DUROS TIEMPOS


  • Faltaba el alemán HOERLE en este muestrario del arte que llevo a cabo. Quizá lo más sorprendente de su obra es su actualidad, nos nos produciría sorpresa verla ahora en paredes, en tapias, en salas, en galerías, porque sigue siendo esa realidad maquinista, tecnocrática, la que nos hace quedar perplejos, o airados, o multiplicarnos algunos hasta convertinos en medios ufanos. Somos sus víctimas, auténticas víctimas, igual que lo éramos en la Nueva Objetividad.     


  •  Su gama cromática todavía hace más énfasis en ese encuentro con el ahora, en ese estilo en la forma que nos remite a nuestra mirada en todas sus dimensiones, que nos identifica como esos seres que tiene el destino pegado al culo de un devenir al que le falta luz, le sobran esquinas, lo constituyen artilugios y lo desmembran para que no vaya pensando lo que no debe, ni haciendo lo que no conviene.   


  •  Es la expresión del hombre como huérfano de sí mismo e hijo del gran hermano. Desde entonces ha habido otros movimientos, otras corrientes y tendencias, pero la que este autor representa sigue siendo una referencia única, insustituible, lúcida y pesimista. ¿Pero hay alguna optimista?

Arrastrando los carros de la guerra,
genios de la destrucción al Rhin llevaron
la plaga asoladora de la tierra;
(Juan Cruz Varela)

13 de mayo de 2014

FRANCISCO STOCKINGER (1919-2009) / ¿QUIÉN ME PONE EN DUDA?


  •  Decía este artista que la gran ventaja del arte actual es exactamente ésta: usted puede hacer lo que quiera y como quiera. Tiene derecho a ser mal artista, lo que no es ningún crimen. Ser un buen artista tiene consecuencias agradables, incluso financieras. Uno de los motivos que me hizo huir de la metrópoli fue huir de los entendidos críticos de arte para tener el derecho de equivocarme por cuenta propia. El arte necesita, antes que nada, ser tuyo y no un producto o suma de los comentarios ajenos.   


  •  STOCKINGER, austriaco naturalizado brasileño, no se equivocó al perfilar una obra que era la coreografía viviente de un pueblo, de una angustia, de la miseria honda que en su tragedia encuentra la verdadera función del arte: la expresión de un sentimiento y la transmisión de una comprensión.  


  •  Aquí tendríamos que hacer mención de lo que señalaba Herbert Read cuando escribía que empezando por Leonardo, ha ido tomando cuerpo la tradición en Europa -y también en el mundo- por la cual la plasticidad de un objeto, su profundidad o tridimensionalidad, se logra por la gradación de las sombras, es decir, cambiando las cantidades de pintura negra. 


  •  En estas esculturas las sombras ya son por sí mismas negras, no les falta pintura, y están desamparadas, ya sea solas o en grupo, vestidas o desnudas, gesticulantes o estáticas, calladas o en suspiros y gritos. Las formas, así configuradas, como estilo de una definición, determinación y anticipación de la realidad general de una cultura.   

¿quién podrá hacer valer ya mi designio
de ejercitar mi saña entre los hombres,
turbando el mundo nuevo y el antiguo?
(Vicente López y Planes) 

12 de mayo de 2014

ANTON MARTINEAU (1926) / CARGO CON MUCHAS CULPAS


  •  Decía Herbert Read que una obra de arte nos asombra porque ha producido su efecto antes de que tengamos conciencia de su presencia.


  •  Pues si es cierto, el holandés MARTINEAU ha configurado su voluntad de hacer indiferente a todo menos a sí mismo. Sus horrores nos proporcionan refugio, visión y valor. Nos impregnan de un espíritu hecho a medida de lo que vive, una sensibilidad mayor ante lo que muere o va a morir.  


  •  La piedad es la virtud que su plástica cultiva y recrea, pero es una piedad transgresora, inconfesable, martirizadora en su belleza y en su talento, y en ese algo más que siempre queda tocando a retreta o a responso, pues al fin y al cabo los difuntos ya están listos y con la mirada puesta en sus oraciones pintadas.   

sólo la luna se mantiene
casi al alcance de la mano
pero también perdí las manos
y las mandíbulas y el sexo
(Mario Benedetti)

6 de mayo de 2014

MALU SADDI (1976) / ALGO QUE ME ESTÁ RONDANDO


  • ¿Por qué hay tantas vías para llegar a un color que siempre nos parece nuevo? ¿De dónde las sacan los artistas? De acuerdo en que estamos ante ese resultado final cuyo punto de partida en pintura son desbordamientos emocionales y concepciones intelectuales.  


  •  Pero en la brasileña Saddi la antítesis manifiesta una conjugación y organización que alienta una cierta y personal sensibilidad de la obra de arte. Esas arboledas, junglas y frondas gobiernan un territorio que no es salvaje pero no deja de ser premonitorio.  


  •  Atrae por esa conjugación armónica, por ese subrayado de líneas abiertas, por lo que debería ser una descomposición corrupta y por el contrario baila con un narcisismo sensual y cromático insustituible. No podemos tocar esos bordados, son simulacros pese a que su realidad subterránea es más sólida, aporta un valor incalculable para la vida y recrea el sentimiento de estar ante un magma de fuerza creciente.   

despabila amor
que el horror amanece
(Mario Benedetti)

4 de mayo de 2014

KAZUO SHIRAGA (1924-2008) / CON TODO


  •  En un momento dado la pintura se vio no como ordenación con su gramática reglamentada y concebida para representar, sino como una emanación del cuerpo que vomitaba sus flujos en una superficie, que después, con los pies, con las manos, con el cuerpo colgando, cincelaba unos extraños meandros, piezas del caos vivido en el interior del artista. 


  •  Éste, utilizando su propio cuerpo, "quería pintar como si estuviera corriendo alrededor de un campo de batalla ejerciendo de sí mismo hasta colapsarse" por agotamiento.


  •  Lo cierto que el japonés SHIRAGA, miembro del famoso grupo ""Gutai", fue uno de los introdujeron el arte contemporáneo en su país y concretamente la significación y amoldamiento de un informalismo de veta propia. En la mayoría de los casos la obra es un mero resultado de un proceso dinámico, que es el que en realidad marca la realidad de esa configuración final.  

 En el silencio universal
por compacto que sea
siempre se escucha el llanto
de un niño en su burbuja
(Mario Benedetti)

1 de mayo de 2014

JOEL PETER WITKIN (1939) / POR FAVOR, SI SON DELICIOSOS


  •  ¡Qué imágenes más espantosas!, verdad fulana. ¿Cómo puede considerarse arte a tales engendros? El autor debe ser un morboso o enfermo que está más loco que una cabra, ¿no crees? 


  •  El fotógrafo estadounidense WITKIN asusta, provoca, transgrede, hasta puede decirse que humilla al que se presenta delante de su obra porque al mismo tiempo que le atrae -esas cabezas de muertos besándose ¡por Dios!- le produce una aversión sin límites.  


  •  No cabe duda que el artista juega con sus propios demonios y los nuestros, que tiene un gran sentido estético, que reivindica la condición invicta de lo abyecto, lo eleva a la categoría que debe tener y no se deja arredrar por el desprecio o la condena. 

el día o la noche en que el olvido estalle
salte en pedazos o crepite /
los recuerdos atroces y los de maravilla
quebrarán los barrotes de fuego
arrastrarán por fin la verdad por el mundo
y esa verdad será que no hay olvido
(Mario Benedetti) 

30 de abril de 2014

JITISH KALLAT (1974) / LO PERIFÉRICO TAMBIÉN SE VE


  •  Rápidamente la periferia artística asimila patrones, exige su descubrimiento, pero no se acoge a ellos cuando ha de configurar una realidad propia. La creatividad de estas obras del indio KALLAT radica precisamente en plantear una fisonomía artística de lo que compone su territorio, sus orígenes, sus hábitos y sus creencias.   


  •  ¿Pero en qué quedan? En los huesos, es decir, en una modernidad pobre, hambrienta, que llena sus cabezas de lo que no tiene, de víctimas de un imperialismo económico que los deja pidiendo en cada esquina. 


  •  La resolución formal de su trabajo tiene la cualidad interna de lo que quiere expresar, agigantándolo para que tenga una penetración más concreta y plástica. La mirada se conmociona ante un imaginario que la busca desesperadamente, porque ese es el relato fundamental. 

cómo voy a creer 
que la esperanza es un olvido
o que el placer una tristeza
(Mario Benedetti)