10 de mayo de 2016

BEATRICE WANJIKU (1978) / ¡SAL DE AQUÍ!

  •  Estoy empeñada en pensar siempre que puedo ver cosas en mi pintura que los otros no ven. Y entonces grito y sigo pintando pese a que el pigmento negro devore al blanco. ¿Será verdad o me lo invento? 
  •  Se ha señalado que en un contexto lingüístico globalizado las identidades adscritas a territorios culturales quedan borradas. Afortunadamente, ante la contemplación de estas obras, se comprueba que no es cierto. La keniata WANJIKU sabe cuál es su origen y cómo afirmarlo a partir de una plástica del grito, el furor y la negritud. 
  •  Y si como observador te surgen las dudas, las hará tan grandes y penetrantes como sea necesario. Como diría Nikolái Ostrovshi, así se templó el acero, que en el supuesto de esta autora sería se traduciría en que así ejecutó el símbolo de un continente que siempre está olvidado.  
  •  Su concepción pictórica no merece despacharse con un encuadramiento sino expresando el reconocimiento de sus múltiples signos, de su condición de pureza dramática y goyesca y su grado de humanidad y talento. 
Oh pederastas incomprensibles, no seré yo quien lance injurias contra vuestra degradación; no seré yo quien venga a verter el desprecio en vuestro ano infundibuliforme (en forma de embudo).
(Los Cantos de Maldoror) 

7 de mayo de 2016

ADEL EL-SIWI (1952) / ¿QUÉ PASA CON MIS ROSTROS?

  • Respecto a los rostros me remito a una cita, cual es la de Artur Ramon cuando indica a ese grupo de pintores que cierran su universo a cal y canto y sólo permiten que te asomes de puntillas al muro para contemplarlo. Por tanto, necesitas tiempo y retina para derribar la puerta y disfrutarlo.     
  • Despachar estas obras del egipcio EL-SIWI como expresionistas o incluso -únicamente se me ocurre a mí- como un deseo de mostrar lo extraño, lo desusado, lo remoto en el espacio y en el tiempo, propio del arte romántico, no es suficiente. 

  •  En ellas se encuentra un sentido plástico, de raíz musulmana y oriental, que se conjuga con una marca contemporánea, con lo que tenemos historia y realidad completas añadidas a un misterio subyacente que emana de estos rasgos.
  •  Hay lo visible que se desprende de ese cromatismo de pátina, que vigoriza los distintos planos de la superficie y da relieve a las texturas, y lo invisible que se remonta, que se piensa, que se narra y discurre por la memoria como una senda tenue y feraz. 
¡Humillación!, nuestra puerta permanece abierta a la feroz curiosidad del Celestial Bandido.
(Los Cantos de Maldoror)

4 de mayo de 2016

OSVALDO PEÑA MUÑOZ (1950) / EL HOMBRE ES UN SER QUE SE ACOPLA

  • Hay que reconocer que Carl André ha estado ingenioso  a la hora de ofrecer su gran idea de definición triconceptual en materia escultórica, consistente en señalar su evolución desde la forma a la estructura, y desde ésta a la escultura como lugar.    
  •  No creo que el chileno PEÑA se haya planteado esta teoría como la manera de decidir su concepto macroescultórico, pues sus argumentos formales, muy sintéticos, están dentro de un ideario geométrico humanizados por la pequeña figura del hombre. 
  •  Postulan, no obstante, un sentido cosmogónico en el que el ser humano es una pieza más que se acopla, que se ve obligado a seguir el rumbo que le trazan. Es como una leyenda visual al revés, en que lo importante no es el final que se añade sino el principio creador. 
Sólo soy libre si todos los hombres y mujeres que me rodean son libres.
(Mijaíl Bakunin)

2 de mayo de 2016

JUAN OLIVARES (1973) / JAMÁS ME ENCONTRARÉ SOLO

  •  Artur Ramon ha sido tajante en afirmar algo con lo que vengo machacando hace muchos años, cual es que "por mucho que desde los postulados más modernos se empeñen en matarla, la pintura resucita como la bestia de una película de ficción y lo hace porque es inherente al hombre".  
  •  En la obra del valenciano OLIVARES la bestia de la plástica se hace viento y génesis de una materia enriquecida por la luz y el cromatismo de una visión íntima del artista que la desliza con una sutileza casi indescifrable.   
  •  Solamente cabe sumergirse dentro de ella y pensar conforme al cosmos en que gravita, sentir ese ancho océano por donde discurre, confiar en que siga siendo tan limpia y sensual como las huellas que va dejando, y conserve esos vestigios para que nuestra mirada sea también su misma experiencia.  
¡Y qué abundante manantial de errores y engaños es cualquier verdad a medias!
(Los Cantos de Maldoror)

23 de abril de 2016

ROBERT LONGO (1953) / NO QUIERO HACER NINGÚN MAL

  • Recuerdo lo que ya se ha divulgado: la experiencia estética se caracteriza por una mayor inclusión de todos los factores psicológicos. El norteamericano LONGO pone a prueba a todos ellos. 

  •  Un  magnífico dibujante que con sus grandes formatos y su interés por fenómenos que nos estremecen, proyecta su producción para impulsar la mirada bajo el significado de dimensiones insospechadas. 
  •  Al final busca intencionadamente y consigue que la representación quede en un misterio activo tras la capas de blancos y negros, de movimiento y acción, de vida y muerte, de pensamiento y reflexión. Por eso se ha dicho que el arte tiene la facultad de exaltar y concentrar la unión de cualidad y significado de un modo que vivifica a ambos.   
¡Ignoraban que el mal que el hombre hace no puede ya deshacerse!
(Los Cantos de Maldoror)

19 de abril de 2016

ALBERTO REGUERA / PINTO EL MUNDO COMO UN CONCIERTO DE TEXTURAS

  •  Es casi imposible que el espacio de nuestro alrededor nos lleve a dimensiones insospechadas, pero eso es lo que ocurre en el Museo Esteban Vicente de Segovia actualmente y hasta el 29 de mayo. Es entonces cuando comprobamos que la genuina función del arte es articular colores, texturas y formas de percepción del mundo y la representación imaginativa de las posibles reacciones frente a él.
  •  Yo creo que el segoviano ALBERTO se vacía en una creación del sentido de la expresión que cubre las cualidades y los valores de toda posible experiencia estética. En sus cuadros e instalaciones perdura más allá de toda visión alcanzable un espíritu cromático y matérico por medio del cual el artista infunde significado y poder. Es decir, descubre y detona una potencialidad visionaria no desarrollada antes.
  • Cada pieza es un abismo o una constelación, un ecosistema o una mutación cósmica, un hechizo o un encantamiento. Poco falta para que la materia se desparrame y texturice toda la magnitud del entorno. Así es como Wangechi Mutu, ante este repertorio, hubiese exclamado que el arte permite insuflarle magia a la verdad, para que la verdad pueda infiltrarse en las psiquis de todas las personas. 
  
 Ahora ya es tarde. Quisimos
tocar con las pobres manos
el prodigio.
(José Hierro)

18 de abril de 2016

RAFAEL PIEDEHIERRO (1948) / HAN EMBARGADO EL FUTURO

  •  O seremos tornillos o momias y ni siquiera nos fabricarán en silencio, ese tipo de silencio que, según Simón Njami, expresado en función de distintos acentos y sensibilidades, nos revelan los artistas, por medio de él, su historia y su visión del mundo.
  •  El extremeño PIEDEHIERRO es uno de estos autores que con una aguda autoconciencia sobre los valores éticos y plásticos indaga en prácticas capaces de altísima movilidad, de desplazamientos abiertos a través del espacio y del tiempo.  
  •  Su producción contemporánea no es un problema exclusivamente técnico, pues el medio sólo es un intermediario, sino una irreemplazable posibilidad de experiencia y una representación de ver el mundo en cuanto tal, además de la configuración de la forma en que presenta su contenido.  Una cosmovisión que llega a lo más honde del ser humano.  
¡Cómo no comprenderlo cuando los propios seres humanos han rechazado, hasta tan indescriptible punto, el imperio de la razón, para no dejar subsistir, en el lugar de esta reina destronada, sino una huraña venganza!
(Los Cantos de Maldoror)