28 de diciembre de 2009

ALEXIS AMADOR (1978) / PATERAS

  • Atestados en una góndola ruin que planea sin rumbo hacia horizontes donde no les esperen fronteras, huidos de la sed seca y de la miseria encadenada a la muerte, están olvidando el sueño.

  • Sobre nuestras cabezas de espectadores se instala una visión redentora que no quiere irse, pues ha llegado y cumplido todos los trámites, tal como nos asegura el artista español Alexis Amador (¿cuál de ellos, porque uno me ha dicho que él no es el autor?) el cual, no obstante, teme el posible retorno o el extravío ciego, o aún peor, el absoluto fin.
  • Y es cierto, ya que estos seres indefensos se estrellan contra un muro y se han convertido en piedra ante la espera imposible, solución buscada por el autor para infligir la profundidad adecuada a una obra que cuelga como espada de Damocles sobre nuestra mirada.
  • Demasiado visibles para unos ojos, orfandad para otros, es una plástica visual que hasta denota una invulnerable belleza libertadora.


  • Amigo Humberto, le digo, ya no es hora de dedicar rezos a los vivos, debemos dar sepultura a los que están muertos y todavía no lo saben. Y nos acabamos el ron escrutando la maldición de la bahía.


26 de diciembre de 2009

CÁNDIDO MONGE / EL HOMBRE DEL HIERRO

  • A la hora de desechar quimeras inexistentes y rastrear lo sólido, he de regresar a él, a Cándido, el artista de Paracuellos, escultor e incipiente pintor, que al pasarse las veinticuatro horas del día en el taller masticando hierro, probando su fiabilidad, buscándole la veta anímica, la expresión fugaz pero imperecedera, no vacila en la persecución de la huella de lo hallado hasta que toma la forma que ambos previamente han conjugado de mutuo acuerdo.
    • Si la obra adquiere rasgos es que hay un continuo azote de imágenes ondeando como siluetas aéreas. Si la creación es montículo, armazón, estructura o entramado, reviste el relieve de un yunque, la talla de un ídolo o tótem adivinando señales o una cruz simbólica que bendice los espacios que genera en su entorno.

    • Es un hacedor incansable en la construcción de talismanes férreos que queden como frutos de extensiones que necesitan habitarse con la dureza de un elemento primordial, con la verticalidad de su condición ilimitada.

    • Son los volúmenes que al cruzarse en nuestro camino imprimen fuerza y energía a la superficie que pisamos, a la dimensión en que existimos , y en ellos laten designios que ofrecen una función redentora. Y así debe seguir siendo.

    • De mi amigo Humberto no he recibido pistas y contraseñas. Debe andar a la busca de pateras turbias que no se hundan nada más zarpar. Pero no las encuentra y no hace más que desesperar.



22 de diciembre de 2009

ANDRÉ BUTZER (1973) / NO VAMOS A CORRER

  • ¿Estos muñecos, mitad monigotes mitad monstruos, son su propia referencia o la angustia deformada de no serlo? ¿O el descrédito de una realidad que nos parece ajena y ante la cual nos dan ganas de salir corriendo? ¿O simplemente estamos ante los claroscuros de una epidermis que compartimos?
    • Quizá lleguemos a concebir nuestra estupefacción porque la fealdad y el horror se describan como una deriva de nuestra falta de humor o de la condición de no saber faltar a la belleza. No cabe duda de que en la visión plástica del artista alemán Butzer cabe y sobra todo según las premisas plásticas de las que partamos, que no se situarán muy lejos de los confusos barboteos infantiles ante las presencias oscuras que nos aterrorizaban y de la recuperación de señales sombrías que evocan el mito.

      • Masas cromáticas impetuosas para exhibir desgarrones, trazos gruesos para la exposición impúdica de lo que sobrevive invicto en la memoria, en el gesto y en la mirada. ¡Dichosos espejos, nunca saben callarse a tiempo!


        • Hoy nos obligaron a ir ataviados. Desfilaba El Malecón investido de justicia con las faldas levantadas, botas de PVC, un tanga, un liguero y un billete de un peso. Detrás iba un toro vivo, un contorsionista orinando y unos jeremías en calzoncillos portando un féretro. ¿De dónde lo habría copiado, me dice mi amigo Humberto? De Banksy y Matthew Barney, le contesto. Ni siquiera puede ser misterioso, añado, se le adivina todo.




CECILY BROWN (1969) / EMBRIAGUEZ

  • La embriaguez cromática satura el lienzo hasta el vómito. Hay un "horror vacui" que cede total y exclusivamente sitio a lo dionisiaco, a lo báquico, tal si fuese ése el sentido del discurso narcisista de esta pintura que prefiere representarse como una naturaleza lujuriosa que oculta, más que muestra, signos humanos, siluetas, esbozos corporales como si estuviesen completamente fundidos con ella.
    • ¿Qué nos depara esta artista inglesa con su obra? ¿Quizá el retomar la coloración en su gama más aleatoria sin perder por ello un gramo de precisión? ¿Dejar a los cuerpos facilitar su apareo en un espacio en que la festiva forma, en justa correspondencia, se embriague y también fornique?

      • Los empastes densos, gruesos o livianos, cálidos y fríos, se contagian de las verdades y hallazgos del pasado y las infidelidades y alegatos del futuro, lo cual no es óbice para estimar una sobrevaloración actual del trabajo de esta pintora.

    • Mi amigo Humberto viene a todo lo largo del Malecón arrastrando un lienzo por el suelo. Cuando llega a mi vera, me dice que con todos los restos que se han adherido a él se habrá configurado la fisonomía inimitable de un derrumbe. Yo le contesto que eso ya lo había hecho Francis Alÿs en Méjico con un bloque de hielo.





21 de diciembre de 2009

J.M.DÍAZ-CANEJA (1905-1988) / PAISAJES DE REZO

  • En estos ásperos paisajes castellanos del artista español Díaz-Caneja, con quien había contraído una deuda de evocación, se contemplan los ecos de la liturgia, del rezo y la oración.
    • Sobriedad, rigurosidad, síntesis de unos segmentos monocromáticos que no necesitan de presencias ni de ausencias para otorgar plena validez a unos valores plásticos que filtran arados, procesiones y capillas.

      • Es el canto a una tierra rugosa, fosilizada, atrapada sin moverse en un tiempo que pasa agrietándola más, carcomiéndola, fundiéndose con ella para nutrirse de su propia aridez y desventura.


        • El artista, expresándola y condensándola, quiere dotarla de la libertad que debería serle concedida, lo que no ha podido ser así, se ha quedado en la visión de una grandeza ascética, orante y solitaria. La vieja Castilla que aún perdura entre rosario y rosario, entre novena y novena, entre misa, confesión y arrepentimiento.

        • Mi amigo Humberto me lanza señales desde nuestra esquina del Malecón para advertirme que hoy es la jornada conmemorativa de traidores. Yo sigo andando y pongo cara de inocente repitiendo los preceptos catecúmenos de la montaña. Confío en no confundirme porque eso sería mi perdición.



19 de diciembre de 2009

FRANK JENSEN (1956) / VENTANAS

  • Cuando nos asomamos a las ventanas esperamos ver un paisaje, una calle, árboles, edificios, gentes, pero cuando estamos ante los vanos del artista danés afincado en España, Frank Jensen, la visión ya está plagada de metáforas.
    • Cada ventanilla encuadrada en el marco del espacio vidriera es un relato polícromo, una sensación vital de lo experimentado en un momento dado, la clave para la síntesis y descripción de un sentimiento surgido en otra situación determinada. Cada obra genera una sensualidad en la mirada, una placidez que discurre por laberintos cromáticos que dan iluminación a nuestros pensamientos.

      • Es además una geometría de horizontales y verticales que nos devuelve el hecho de contemplar desde una pregunta una respuesta ya convertida en otra pregunta. No hay imagen ni representación porque se han despistado en la zona interna de la superficie, pero si un día afloran quedarán con el ánimo en suspenso ante la difuminación equilibrada y revitalizada de su propia sustancia.


        • Mi amigo Humberto y yo esperamos sentados en el muro a que las mestizas de piel clara nos conviden a miel y papaya. Les dimos el santo y seña y ellas nos devolvieron un beso de color y un suspiro. Detrás vino El Malecón que nos quiso rociar de incienso y mirra porque éramos sus feligreses más conspicuos. Siempre ha de aparecer el Insepulto con el pasado a cuestas cuando ya está más que pisado.




18 de diciembre de 2009

JOSÉ OTERO ABELEDO "LAXEIRO" (1908-1996) / ATMÓSFERAS ACIAGAS

  • En las atmósferas del artista gallego "Laxeiro" laten y se perciben la carcoma de la humedad, la corrosión del salitre, la negrura de las insondables tormentas, la devastación de los turbiones, los ahogados por las sanguinarias tempestades, los extenuados de vivir de la piel dura de la tierra, la carne arrugada y avejentada desde que nace.
    • Es una pintura que encuentra toda su identidad en las sombras, en los trazos rudos y ácidos, crueles, inapelables. Es el reverso gallego y universal, que no se ampara en doctrinas ni corrientes, bebe directamente de la vida, apurando un aguardiente amargo, siempre aguardiente y siempre amargo, que en una última exhalación explora hasta la gota final este revés oscuro y definitivo.

      • Obra que pone en tensión la perturbación que ya llevamos a cuestas y que la incrementa aún más porque su trascendencia plástica se infiltra tanto si hay sosiego como desasosiego.


        • Mi amigo Humberto y yo le dijimos al Malecón que no somos culpables. Nuestra inocencia está por encima de toda duda y por debajo de toda desgracia. Sólo somos un par de infelices que intentamos pintar lo imposible en un contorno condenado a la penumbra y a la sal, sin contar el actuar de los íncubos y súcubos de la seguridad maleconera.