- El arte, en estos tiempos de penuria y de desorientación, sí tiene claro cómo quiere llegar al espectador. Su carga mediática ha de ser muy potente, ha de asombrar y no dejar indiferencia a su paso. Para lo cual tiene la oportunidad de utilizar un amplísimo muestrario de medios, recursos y procedimientos de los que anteriormente carecía.
- Por eso la alemana residente en Francia, FRIEDMANN, ha seleccionado un repertorio que registre la cara aparente, irónica y espectacular de lo que siempre queremos mantener oculto: el tiempo, la muerte, la identidad, la incomunicación. Sus instalaciones se dirigen a nosotros con el pensamiento de quienes quieren tener afines pero no copias, intensidades pero no meros instrumentos.
- El que los efectos se queden nadando o flotando dependen de innumerables factores, si bien es cierto que la visualidad es todo un compendio de cuando acaba el concepto y comienza el rosario metódico del delirio. Se trata, entonces, de establecerse entre uno y otro extremos o de columpiarse entre ambos y desorientar al enemigo.
- Soy la mirada intacta sin espejo
- para el individuo mulato y el francés huesudo
- que se enlazan a veces, que aparecen
- y hunden sus dedos en la frialdad madura
- de tu espeso corazón. Mas ya que importa, ya el olvido
- es una vieja estatua desoída -y yo feliz me aparto.
(José Lezama Lima).
- Este artista, BRACO, nacido en Sarajevo, tuvo su primera exposición individual a los diez años. Entonces todavía no había empezado a tomar a las fieras como sus intérpretes y aspirantes a convertirse en unos magníficos expertos en arte.
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- Ahora es cuando ha comenzado a construir su manso lenguaje a base de inculcarles a estos animales una pasión estética que nos haga a todos ser copartícipes de un amplio repertorio de encuentros con unas sensaciones que no formaban parte de nuestro código psicológico y hasta genético. La desazón no es importante si la formulación visual rebasa a la conceptual y nos provoca un tumulto de premoniciones que van sin precio de coste.
- La ruptura que se persigue está conseguida si se enfoca desde la heterodoxia, desde la dimensión que nos pone cabeza abajo y logra que una misma semántica sea las que nos una entre ellos y nosotros y que convivamos en un mismo ámbito cultural. Él ha emprendido la aventura de mostrárnoslo, nosotros la de no secundarlo más que de lejos y cobijados bajo un seguro reforzado.
- Ay, Muerte,
- si otra vez volviera a verte,
- iba a platicar contigo
- como un amigo:
- mi lirio, sobre tu pecho,
- como un amigo;
- mi beso, sobre tu mano,
- como un amigo;
- yo, detenido y sonriente,
- como un amigo.
(Nicolás Guillén).
- Hoy no podemos vivir sin tecnología, ni como ciudadanos ni como artistas, además de que abre caminos de investigación que proporcionan oportunidades de concebir los extremos de otras manifestaciones artísticas que revolucionen hábitos y convenciones en esta disciplina.
- El francés LECCIA es uno de los que se han sumado con todos los recursos disponibles, la experimentación abre un amplio campo de posibilidades y no hay que desaprovecharlo. Eso sí, los resultados son artificios espectaculares, que se quedan en unos significantes que nos inducen a un fondo estrepitoso en las miradas que no se atreven a acercarse, por aquello de que pueden salirse y arrollarlas. Una pequeña o gran muerte, según los designios.
- Efectivamente, los efectos rozan esa afirmación que dice que nuestro lazo con la vida cósmica es indisoluble. Quizás nos hace falta elevarnos hasta esas cumbres y después dejarnos abducir hasta formar parte de su interior. Al fin y al cabo la puesta en escena debe de estar planificada para obtener esa respuesta del espectador.
- Ya se acabó Baldomero:
- ¡zumba, canalla y rumbero!
- Sólo dos velas están
- quemando un poco de sombra;
- para tu pequeña muerte
- con esas dos velas sobra.
(Nicolás Guillén).
- En el norteamericano ELLIS hay un movimiento continuo, una desazón calculada por si los vínculos no se establecen e inundan todos los espacios. Ya sea como intestino retorcido y eje de una búsqueda en laberinto o como una marea desbocada, la cartografía plástica y orgánica no tiene fin, incluso se desborda, va más allá.
- Adquiere formas en un proceso constante de mutación, que se deslizan con esa coloración intrínseca a su propia naturaleza de entes que no encuentran acomodo o que precisamente su constitución sea ésa, la de ondularse, dejarse ir, concebirse sin principio ni fin. Pueden arropar vientos tempestades, hasta ultratumbas que fuesen generosas.
- De vez en cuando hay algo reconocible, pero es porque se ha perdido o se ha gestado por casualidad, por ese azar del que hablaba André Bretón, que es la coincidencia de una casualidad externa con una finalidad interna.
- El ron te salió redondo
- y mulato, como un níspero.
(Nicolás Guillén).
- Vamos a hacer que el juego no sea un momento perdido, vamos a construirlo con sus mismos componentes y principios originales, vamos a dejar que una vez constituido se erija en el guardián fiel de nuestros espacios de recogimiento, alegría y tristeza.
- Serán nuestros queridos monigotes, los que se hacen mayores desde la infancia sin dejar de ser niños, y en los que vemos lo que estamos perdiendo, abandonando, desechando, y lo que hemos ganado, tan escaso y sin rumbo.
- Es imposible saber la razón por que al norteamericano OTTERNESS se le ocurriera este breviario icónico, pero no podemos discutirle su oportunidad, ironía, creatividad y certeza. Son personajes que ilustran nuestro tiempo, nos obligan a mirar con una densidad festiva y nos hacen llegar lo lejos de su festín que estamos.
- Y entre mis labios tristes se mecerá tu nombre
- que no me servirá para llamarte
- y lo pronuncio siempre para endulzar mi sangre,
- canción inútil siempre, inútil, siempre inútil,
- inúltilmente siempre.
Los pechos de la muerte me alimentan la vida.
(Emilio Ballagas).
- Estas revelaciones bíblicas singulares acercan el plano metafísico al juego de un lirismo alucinante. Son representaciones que caben en todo tiempo y lugar y no nos sumen en la angustia definitiva, porque lo coral es la fábula que nos amplifica y asombra por su cosmovisión plástica total.
- Aquí y allá compartimos ese fantástico existir, somo nuevos renacentistas que nos apasiona trabajar con esa alquimia que nos da fuerza y alas, percepciones agudas de la tierra y el cielo, soplos de unos limbos dementes, cuya profundidad, mucha más allá de sus formas etéreas, sea una dimensión profética y extasiada.
- Ya no hay verdad sino estremecimiento ante unas imágenes que no especifican una única interpretación sino que actúan como un resorte para la conjuración de muchas otras. Pero el alemán SCMITT-KÜNSTLER, a través de su obra, enriquece ese magma quimérico del que siempre estamos faltos, que en el presente y en el futuro forma nuestra visión de que hay un lenguaje lúcido y no tan simbólico como sensual.
- Como esta paz la tengo tan sabida
- -son muchos años de buscarme el alma-,
- no habrán de preguntarme, cuando llegue,
- en qué luces prendía la mirada.
(Eugenio Florit).
- Estamos en otros albores, de eso no cabe duda. Quizás en los de un paraíso que va a tener lugar o está ya en funcionamiento y no nos habíamos enterado. Una soledad lúgubre nos rodea y aunque nos resguardemos nuestra nueva morfología nos delata.
- Es como si la tierra original ahora fuese otra para el alemán KEVER, que huyese a través de su obra de la que hay pero que solamente encontrase ésta, que ni es parte del pasado, del presente ni del futuro. Está ahí y nos ronda en nuestra melancólica pesadilla.
- Entonces, nos resta convertir la sensación plástica que nos acomete en una plácida fantasía con el fin de tranquilizar los espasmos de la mirada y pensar que no se pinta con los colores, sino que el artista se sirve de los mismos y pinta con las emociones (Chardin).
- Pero estoy aquí. Me muevo,
- vivo. Me llamo José
- Hierro. Alegría. (Alegría
- que está caída a mis pies).
- Nada en orden. Todo roto,
- a punto de ya no ser.
- Pero toco la alegría
- porque aunque todo esté muerto
- yo aún estoy vivo y lo sé.
(José Hierro).