- Estas yuxtaposiciones de realidad e irrealidad nos fagocitan, se confabulan para que la mirada quede maniatada dentro de una imaginería que se dota de una poesía visual configuradora de la exaltación de un mundo moderno, en el que la máquina debe de servir para no funcionar y no alienar.
- Es cierto que en esta investigación estilística del eslovaco-checo-sueco NEMES en el campo de la formación de los pigmentos y en el de la percepción óptica, se dan las garantías necesarias del paso de los datos ópticos a datos psíquicos e imaginativos.
- Y que la sucesión de los espacios en estas superficies son un delirio al mismo tiempo que una ordenación caótica, un juego lúdico y cromático en el que el espectador da después a lo que ve -no a lo que consume- una significación personal que depende de sus relaciones con ese mundo y consigo mismo (Pierio Dorazio).
por la sierra, su retina
caza; la mano cocina
el color; la pincelada
reproduce la zancada
de la huida, el sufrimiento...
la esencia del movimiento.
(Manolo Romero)
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