- Ante la obra del español REJA, con esa dosis de patetismo medieval, bizantinismo y barroquismo mezclado con un realismo fantástico, incluso surrealismo (increíble similitud con un Ecce Homo del asturiano Aurelio Suárez, uno de las máximos representantes del este último movimiento en España), se me viene a la mente lo que escribió Tzara:
- El artista es el dolor de los objetos. Al identificarse con ellos debe vaciarse de cualquier sustancia extraña a los mismos hasta el punto de que su estado de receptividad sea total, abierto incluso a las alas resplandecientes de la muerte que a veces le visita.
- Por tanto, continúa, mata al objeto, pero se conquista. Se apodera de él por medio de la violación o la ternura, pero, al ahogarlo, lo expresa. Toda expresión, cuando tiende a completarse, es, en cierta forma, un asesinato. En definitiva, una meditación metafórica hilada y consustancial al hecho de la manifestación de tal narratividad esquemática de este sentido del hacer artístico.
que entre los perros
los hijos de perra
las comadronas los sepultureros
los ángeles si hubiera
y si no hay
que entre la luna con su niño frío
que baje el puente y que se quede bajo
- Me escribe ALBERTO REGUERA, mi amigo segoviano, para comunicarme que inaugura en la Galerie Olivier Nouvellet de París el 10 de marzo, en la que estará hasta el 23 del mismo mes. Ya he comentado su obra desde todos los ángulos en este mismo blog (modesto e insuficiente blog), o creo haberlo hecho, pero la poesía que se contiene en la misma es interminable, inagotable e indestructible.
- Tiene un atributo que ahora echo mucho en falta en la actualidad, cual es la pasión por encender y dar calor a un frío de archivo al que le falta esta luz, este ansia de dejarnos ciegos de claridad, de convertirnos en su rostro inmortal, que nunca se extinguirá si no es acabando con la textura de su espíritu y pensamiento (en el que confluye un hacer lento y minucioso, una intuición voraz y silenciosa).
- Ya no es el cuadrado, ese espacio de muerte, de lecho, sino una prolongación que se funda sobre la extensión hacia más allá del que siempre nos cuentan una historia pero nunca nos describen. Ahora, ante estas piezas, parece que lo podemos ver y situarnos, imbuirse de sus sensaciones, empaparse con sus moléculas, gravitar sobre sus constelaciones. No duden sobre lo que sienten y comprueban ante estos complejos puros y ámbitos que no están desnudos. No vacilen ni sospechen, ni recelen, ni teman, ni fluctúen, ni se dejen llevar por la melancolía. Es una forma de ver un reverso que no acaba en tragedia sino en el drama de no poseerlo.
que entren amor y odio y voz y gritos
que venga la tristeza con sus brazos abiertos
y la ilusión con sus zapatos nuevos
que venga el frío germinal y honesto
y el verano de angustias calcinadas
que vengan los rencores con su niebla
y los adioses con su pan de lágrimas
que venga el muerto y sobre todo el vivo
y el viejo olor de la melancolía
que baje el puente y que se quede abajo
(Mario Benedetti)
- Picabia se encrespa y confiesa que para no ser nada me disfrazo de hombre, pues yo, dice Miró, cuando renuncio a mí mismo me afirmó más, con lo que llegamos a mi conclusión, interviene Sartre, de hay que inventar los medios de inventarse.
- Lo cual le queda corto a HÉCTOR VELÁZQUEZ, que participa del descubrimiento de Klee de que el yo es un conjunto dramático. Allá aparece un ancestro profético. Acullá un héroe brutal. Más acá discute un vividor alcohólico con un erudito profesor. Por allá se adora a una cantante lírica crónicamente enamorada. Y el papá se le enfrenta de manera pedante. Entre ambos el tolerante tío hace de mediador [.....]
- En definitiva, que en la obra de este artista hay verdad, realidad, plástica, identidad, creatividad, ingeniosidad para sacar nuevos materiales a la luz, formulaciones conectadas a un lenguaje de lo arcano y que hace auténticamente cercano. Y un homenaje a la contemplación y al tocamiento, a un imaginario que siempre está insuflándole energía y mitologías del cosmos en el que habita y medita.
pero puertas adentro es un fracaso
este mar que me invento no me moja
no tiene aroma el árbol que levanto
y mi huracán suplente ni siquiera
sirve para barrer mis odios secos
(Mario Benedetti)
- Son como sueños olvidados, que trazan sus propias formas de retener el eco, de configurar los claros y las sombras, el pensamiento crucial de lo informe. Con refinamiento y sutileza, con elegancia y pulcritud.
- No es para la holandesa SCHOLTEN una cuestión de virtuosismo formal, es mucho más que eso, es una esencia por figurar el espacio, acometerlo como un cosmos en el que se asientan nuestros remotos genes, en el que ya no hace dilucidar sino dejarse llevar hacia dentro, transportarse, restituir lo que de nuestra naturaleza se transfigura y pactar con lo deseado para que quede fuera.
- Quizás sea uno de los pocos goces los que nos transmiten estas constelaciones de dibujos sin camuflajes, tampoco sin heridas, sólo los rumores del céfiro y el aura del poniente. Quizás, sea en definitiva, unos idilios entre los muertos. Pero, no obstante, no vayamos sin ellos.
usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío
entonces
usted muere.
(Mario Benedetti)
- Ante esta escenografía y coreografía desbordantes del polaco ALTHAMER me pongo en la situación de Gómez de la Serna sobre eso de que hay que desconcertar al personaje absoluto que parecemos ser, dividirle, salirnos de nosotros, ver si desde lejos o desde fuera vemos mejor lo que sucede.
- Así es como nos contemplamos desde otra óptica y carne, desde el interior de unos cuerpos que se deshilachan para que su estructura sea más acorde con la función a que están sometidos. Al andar entre ellos constatamos el fin que se persigue, la danza viva de la muerte que nos acompaña.
- Hay hasta posibilidades de diálogo sobre la resurrección, el tiempo que queda, el espacio que nos va a ser dedicado, las razones del desprecio y el encuentro con una plástica desangrada y cerrada sobre sí misma.Hablar con ellos da para mucho siempre que seamos pocos los que permanezcamos.
no nos dejes caen en la tentación
de olvidar o vender este pasado
o arrendar una sola hectárea de su olvido
ahora que es la hora de saber quiénes somos
y han de cruzar el río
el dólar y su amor contrarrembolso
arráncanos del alma el último mendigo
y líbranos de todo mal de conciencia
amen.
(Mario Benedetti)
- Desde el último post que le había dedicado a SALVÓ en Octubre de 1912, el artista cubano residente en Mallorca se ha visto inmerso en una cadena de resquebrajamientos físicos, de parálisis creativa, de impotencia y frustración y en definitiva de esa melancolía que no te deja ver más allá del vacío aunque el mar esté a tu lado y reclamándote.
- Pero tomó a Man Ray como ejemplo en lo referente a que a fuerza de ensimismarse en la opacidad de las tinieblas, encontró reservas ilimitadas de la energía que se requiere para llevar a cabo una obra inspirada por el deseo.
- Claro que como dice María Bolaños, nunca se libra el artista de estar entre la exaltación y el desánimo. Y Miguel Ángel tampoco, lo que hace que haya algo característico en su creatividad y es que la forma, la representación, las líneas, los contornos -ese perfume clásico, renacentista-, el entorno, el mundo y el color lo han elegido. El mismo Picasso señalaba que el pintor no elige, que había cierta formas que se le imponían. A pesar de ello, no se limita a una mera invención y registro, sino que consigue que su pintura y él sean todo un conjunto dramático.
- En sus nuevas piezas surgen realidades de distintas dimensiones, que se encajan e incuban unas en otras con una caligrafía depurada y un cromatismo que es una carne propia y elucubrada, que está pensando y meditando sobre el fin y los medios, sobre la historia y la experiencia encarnada en ella.
- Lo real no ha perdido sus conexiones internas ni su lenguaje la verdad de esas fronteras humanas y existenciales. Esgrime sus episodios en base a un sentido constructivo, en virtud de un modo de expresarse con una pasión concreta, hecha de oficio y de un imaginario que siempre alienta un absoluto imposible de conseguir. Pero eso que llaman cosmogénesis está ahí, con unos cuadros que desmienten las dudas sobre sus significados, de los que hay delante y de los que hay detrás.
- Y, como dicen los viejos talmudistas, quien anda con la antorcha de la verdad no deja de quemar algunas barbas.
pero todo está claro
y es más dulce
más útil
sobre todo más dulce
reconocer que el tiempo está pasando
que está pasando el tiempo y hace ruido
y sentirse de una vez para siempre
olvidado y tranquilo
como un cero a la izquierda.
(Mario Benedetti)
- Lo que es ya habitual en ARTmadrid es que casi todos los artistas nos son conocidos, lo que no es óbice para que cada año los galeristas nos sorprendan sacando esas obras suyas desconocidas de sus catacumbas para que nos quedemos de nuevo arropados, ensimismados, recuperando el arte desde esa altura desde la que deja de ser estéril y se hace un compañero más de fatigas e infortunios.
- No es necesario citar esos nombres de siempre, sólo cabe conferirles el papel que su producción sigue teniendo todavía ahora, fuera de corrientes, tendencias y desatinos. Ver estas piezas no es cuestión de gustos -que no se los va a comer nadie- sino de deslumbramientos y de encuentros con la razón y con el corazón.
- Sí cabe mencionar a algunos con gran proyección, como son DÍAZ SOSA (magnífico representante de la cubanía exiliada), STEFAN HONERLOH, BOYER TRESACO, HÉCTOR VELÁZQUEZ, YOLANDA TABANERA, MARTÍNEZ CANO, J.ANTONIO QUINTANA y algunos más. Confío en que les cosas les salgan bien. Y quizá lo peor sean algunas o más que algunas ausencias.
- Reproducciones de Héctor Velázquez, Díaz Sosa, Antonio Quirós y Hoenerloh.
- Y un apunte referido al tan traído y llevado IVA: hagan un favor los políticos a todos los amantes del arte, elimínenlo y así nos les mandaré a la mierda con todos los perdones.
Debo apurarme porque hay tantas cosas
recuperar el mar
eso primero
recuperar el mar desde una altura
y hallar toda la vida en cuatro olas
gigantescas y tristes como sueños
(Mario Benedetti)