26 de febrero de 2014

HÉCTOR VELÁZQUEZ GUTIÉRREZ (1976) / DETRÁS DE MÍ HAY VARIAS PERSONAS, ESTÁN EN MÍ, SON MÍAS


  •  Picabia se encrespa y confiesa que para no ser nada me disfrazo de hombre, pues yo, dice Miró, cuando renuncio a mí mismo me afirmó más, con lo que llegamos a mi conclusión, interviene Sartre, de hay que inventar los medios de inventarse.


  •  Lo cual le queda corto a HÉCTOR VELÁZQUEZ, que participa del descubrimiento de Klee de que el yo es un conjunto dramático. Allá aparece un ancestro profético. Acullá un héroe brutal. Más acá discute un vividor alcohólico con un erudito profesor. Por allá se adora a una cantante lírica crónicamente enamorada. Y el papá se le enfrenta de manera pedante. Entre ambos el tolerante tío hace de mediador [.....] 


  •  En definitiva, que en la obra de este artista hay verdad, realidad, plástica, identidad, creatividad, ingeniosidad para sacar nuevos materiales a la luz, formulaciones conectadas a un lenguaje de lo arcano y que hace auténticamente cercano. Y un homenaje a la contemplación y al tocamiento, a un imaginario que siempre está insuflándole energía y mitologías del cosmos en el que habita y medita. 

pero puertas adentro es un fracaso 
este mar que me invento no me moja
no tiene aroma el árbol que levanto
y mi huracán suplente ni siquiera
sirve para barrer mis odios secos
(Mario Benedetti)

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