- Decía Malévich que el blanco es el verdadero color del infinito porque transmite espacio, distancia y perpetuidad. ¿Entonces como definir el negro de estos gigantes sin supercherías de aire acondicionado? Alan Watts me tira de las orejas para replicarme que intentar definirte a ti mismo es como intentar morder tus propios dientes.
- También viene en mi auxilio Foucault al comentarme que hay momentos en la vida en los que preguntarse si uno puede pensar de manera diferente a como piensa, y percibir de manera diferente a como ve, es absolutamente necesario si uno pretende seguir viendo o reflexionando en alguna medida.
- Estas efigies del senegalés SOW tenemos que contemplarlas desde otra concepción, que lo mismo que se abre en sus múltiples referencias y significados, también se va cerrando cuando llegamos al último estadio, el de la desnudez física y espiritual de todo un continente que sigue sin alcanzar ninguna redención posible. Un estatuaria geográfica y téctonica que lo cuenta todo en sí misma.
- En el tranvía amarillo:
- la República era,
- lleno el pecho, como
- decir la suave,
- amplia, sagrada,
- mujer que le dio hijos.
(Eliseo Diego).
- Señala Harold G.Cassidy que nada es estático. Lo nuevo y lo viejo se influencian y ejercen una acción recíproca. Y creo que nada es más cierto a la vista de la obra de la norteamericana MURRAY.
- Esta interacción de formas policromadas es fruto de muchas direcciones plástica y eje de confluencias entre la mitología, la tradición y los hábitos visuales de hoy mismo. Se van definiendo según ellas mismas están en el proceso de configurar su propia genealogía.
- No tienen un marco definido ni una naturaleza uniforme, son retazos o embriones que alcanzan constituirse en realidades de sí mismas, aportando signos, símbolos, atributos y un lenguaje propio muy abierto.
- Ella, siempre
- lo dijo: tápenme
- bien los espejos,
- que la muerte presume.
(Eliseo Diego).
- El hallazgo le tendió cadenas a la garganta y la pupila se le embriagó de sangre. La sensibilidad le arrojó hacia fuera por senderos abocados a procesar los enigmas de la naturaleza última. De la obra herida, desgajada del ser, late el escepticismo de la norteamericana PONDICK, que hace de sus criatura híbridas supervivientes del dolor de una tierra pisoteada.
- Estos seres están marcados de lirismo, de una vida cansada y pesimista, amargura de una perduración cuyo destino ha sido construido y hay que volverlo a construir sin presagios de futuro que vuelvan a reiniciar un ciclo maldito.
- Son monstruos de nada que anuncian verdades porque son inocentes, idiotas inofensivos pero útiles. Se les había olvidado porque destilan gotas de horror, porque hablaban de un soplo de muerte, porque suplicaban una morada para un morir decente.
- Aquí están para advertirnos que saben que sabemos, que son bellos pero terribles, que no son fantasmas aunque sí inocentes, que no borrarán sus huellas ni cometerán herejías con su cuerpo y que no piden más tiempo, el suyo ha acabado y sólo esperan el sueño.
- Voy de alucinación en alucinación como llevado por los pies del tiempo.
(Gastón Baquero).
- El arte, en estos tiempos de penuria y de desorientación, sí tiene claro cómo quiere llegar al espectador. Su carga mediática ha de ser muy potente, ha de asombrar y no dejar indiferencia a su paso. Para lo cual tiene la oportunidad de utilizar un amplísimo muestrario de medios, recursos y procedimientos de los que anteriormente carecía.
- Por eso la alemana residente en Francia, FRIEDMANN, ha seleccionado un repertorio que registre la cara aparente, irónica y espectacular de lo que siempre queremos mantener oculto: el tiempo, la muerte, la identidad, la incomunicación. Sus instalaciones se dirigen a nosotros con el pensamiento de quienes quieren tener afines pero no copias, intensidades pero no meros instrumentos.
- El que los efectos se queden nadando o flotando dependen de innumerables factores, si bien es cierto que la visualidad es todo un compendio de cuando acaba el concepto y comienza el rosario metódico del delirio. Se trata, entonces, de establecerse entre uno y otro extremos o de columpiarse entre ambos y desorientar al enemigo.
- Soy la mirada intacta sin espejo
- para el individuo mulato y el francés huesudo
- que se enlazan a veces, que aparecen
- y hunden sus dedos en la frialdad madura
- de tu espeso corazón. Mas ya que importa, ya el olvido
- es una vieja estatua desoída -y yo feliz me aparto.
(José Lezama Lima).
- Este artista, BRACO, nacido en Sarajevo, tuvo su primera exposición individual a los diez años. Entonces todavía no había empezado a tomar a las fieras como sus intérpretes y aspirantes a convertirse en unos magníficos expertos en arte.
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- Ahora es cuando ha comenzado a construir su manso lenguaje a base de inculcarles a estos animales una pasión estética que nos haga a todos ser copartícipes de un amplio repertorio de encuentros con unas sensaciones que no formaban parte de nuestro código psicológico y hasta genético. La desazón no es importante si la formulación visual rebasa a la conceptual y nos provoca un tumulto de premoniciones que van sin precio de coste.
- La ruptura que se persigue está conseguida si se enfoca desde la heterodoxia, desde la dimensión que nos pone cabeza abajo y logra que una misma semántica sea las que nos una entre ellos y nosotros y que convivamos en un mismo ámbito cultural. Él ha emprendido la aventura de mostrárnoslo, nosotros la de no secundarlo más que de lejos y cobijados bajo un seguro reforzado.
- Ay, Muerte,
- si otra vez volviera a verte,
- iba a platicar contigo
- como un amigo:
- mi lirio, sobre tu pecho,
- como un amigo;
- mi beso, sobre tu mano,
- como un amigo;
- yo, detenido y sonriente,
- como un amigo.
(Nicolás Guillén).
- Hoy no podemos vivir sin tecnología, ni como ciudadanos ni como artistas, además de que abre caminos de investigación que proporcionan oportunidades de concebir los extremos de otras manifestaciones artísticas que revolucionen hábitos y convenciones en esta disciplina.
- El francés LECCIA es uno de los que se han sumado con todos los recursos disponibles, la experimentación abre un amplio campo de posibilidades y no hay que desaprovecharlo. Eso sí, los resultados son artificios espectaculares, que se quedan en unos significantes que nos inducen a un fondo estrepitoso en las miradas que no se atreven a acercarse, por aquello de que pueden salirse y arrollarlas. Una pequeña o gran muerte, según los designios.
- Efectivamente, los efectos rozan esa afirmación que dice que nuestro lazo con la vida cósmica es indisoluble. Quizás nos hace falta elevarnos hasta esas cumbres y después dejarnos abducir hasta formar parte de su interior. Al fin y al cabo la puesta en escena debe de estar planificada para obtener esa respuesta del espectador.
- Ya se acabó Baldomero:
- ¡zumba, canalla y rumbero!
- Sólo dos velas están
- quemando un poco de sombra;
- para tu pequeña muerte
- con esas dos velas sobra.
(Nicolás Guillén).
- En el norteamericano ELLIS hay un movimiento continuo, una desazón calculada por si los vínculos no se establecen e inundan todos los espacios. Ya sea como intestino retorcido y eje de una búsqueda en laberinto o como una marea desbocada, la cartografía plástica y orgánica no tiene fin, incluso se desborda, va más allá.
- Adquiere formas en un proceso constante de mutación, que se deslizan con esa coloración intrínseca a su propia naturaleza de entes que no encuentran acomodo o que precisamente su constitución sea ésa, la de ondularse, dejarse ir, concebirse sin principio ni fin. Pueden arropar vientos tempestades, hasta ultratumbas que fuesen generosas.
- De vez en cuando hay algo reconocible, pero es porque se ha perdido o se ha gestado por casualidad, por ese azar del que hablaba André Bretón, que es la coincidencia de una casualidad externa con una finalidad interna.
- El ron te salió redondo
- y mulato, como un níspero.
(Nicolás Guillén).