- Se empieza buscando una nueva luz en el acervo plástico, se continúa después en la búsqueda de una memoria que creíamos perdida y se acaba encontrando paisajes astrales que emergen de una infraestructura constructivista recelosa del orden arquitectónico convencional.
- Las obras de la artista estadounidense Sage abren perspectivas desnudas, construcciones que poetizan soledades, panoramas vírgenes desprovistos de reverberaciones y ecos, visiones que se agotan en sí mismas. Son monólogos corales que toman alojamiento en nuestro imaginario, que hacen vida allí y que nos susurran lo cerca que estamos, sólo a un corto viaje de sensaciones y vértigos impenetrables.
- Para unos quizás sean fantasías escapistas, para otros refugios donde metamorfosear las tribulaciones de una realidad angustiante, pero lo cierto es que renueva espacios visuales que son y serán necesarios en nuestros naufragios de cada día.
- A mi amigo Humberto le digo que si el Malecón únicamente puede manifestarse al hombre en lo finito y medible, lo visible es libre en su mensurabilidad ilimitada. Por lo tanto, tienes que abordar tu pintura desde la base de que lo infinito y lo absoluto no se excluyen, sin importar que el primero ya no sea y que el segundo nunca se haya visto.
- Las obras de la artista estadounidense Sage abren perspectivas desnudas, construcciones que poetizan soledades, panoramas vírgenes desprovistos de reverberaciones y ecos, visiones que se agotan en sí mismas. Son monólogos corales que toman alojamiento en nuestro imaginario, que hacen vida allí y que nos susurran lo cerca que estamos, sólo a un corto viaje de sensaciones y vértigos impenetrables.
Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe.
Wikipedia
20 de agosto de 2009
KAY SAGE (1898-1963)
19 de agosto de 2009
GERMAINE RICHIER (1904-1959)
18 de agosto de 2009
MIMO PALADINO (1948)
Y se empeñó en una pintura que al mirarla nos hace evocar su propia historia, los conceptos propios de su génesis, ya sea a través de mitos o insepultas alegorías, pero desde unas claves que ahondan en la renovación formal, en la recuperación de unos procesos en los que una síntesis cromática infunde a la figuración un sentido plástico ajeno a toda solemnidad.
Su discurso es claro y definido y la vivencia estética tiene una función reveladora antes, ahora y después. Y ese significado obliga a interpretar su evolución desde dentro, seguirla y continuarla.
Su obra, de gran formato, es también otro homenaje a esta disciplina, y un esfuerzo, después de tantos años de pensar más que de apreciar y sentir, en aras a la consecución de una visión completa, dada en toda su integridad.
Han mediado varias jornadas de ausencia entre mi amigo Humberto y yo. El Malecón es un ídolo impávido ante nuestro reencuentro. Y nuestra esquina no goza de buena salud pues yace postrada en demanda de auxilio. La muerte todavía tiene estertores que ahogar, nos decimos. Y así es, seguirá esperando hasta mañana.
6 de agosto de 2009
HUMBERTO VIÑAS
Los ha concebido recurriendo a la mutación plástica de la imprevisible isla, introduciendo en sus entrañas el tinte azul de sus aguas y el espíritu de sus muertos, presentes y futuros, y volviéndola a construir con una geometría que si en el interior contiene una geografía de penumbras, en sus costas concita premoniciones ineludibles.
Al final, en la pintura de Humberto, se perciben oscuridades socializadas con vestigios blancos y peregrinos dentro de reductos fortificados que defienden la impenetrabilidad de la luz, los cuales nos incitan a compartir una fisonomía del desaliento que se desliza por estas telas de forma inmisericorde, pues tal es la medida de un paralelismo plástico entre arte y vida, entre silencio y comunicación, entre designio y liberación. Él así lo señala y así lo pinta.
Humberto se despide y su ausencia de varios días me dará licencia para disfrutar de la mía en las brumas del norte. Durante este tiempo nos aprovisionaremos de más dudas y preguntas pues nunca pensamos en unas respuestas que nunca nos han convencido ni podrán hacerlo. Y seremos más viejos cuando regresemos a esa esquina del Malecón, el cual nos la guarda previo peaje de nuestra sumisión aceptada.
5 de agosto de 2009
ANTONY GORMLEY (1950)
Humberto, por culpa del apagón, ha estado pintando a oscuras toda la noche, me ha dicho. Y lo que al principio era muy difícil, al final se hizo fácil, pues fue ella la que determinó el curso del acto y de su proceso. Lo que ha dado a luz no lo sabemos pero nos dejamos llevar por la intuición. ¿Será eso un nuevo comienzo? El penúltimo adiós del Malecón nos lo anunciará.