Son obras que eluden la función fotográfica, su misión reproductora, para recalar en la esencia pictórica de la devastación, en los tonos lúgubres de una hecatombe impensable. Crepúsculos agónicos, noches arrasadas, escombros fosilizados, adquieren gracias a la fuerza intensa de la pigmentación un impacto brutal y reflexivo a la vez, que sintetiza singularmente lo que lleva al núcleo de la representación.
Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe.
Wikipedia
Resultados de la búsqueda
4 de agosto de 2009
PAUL NASH (1889-1946)
La fotografía se ha apropiado de los paisajes de guerra gracias a su inmediatez, toma directa y rapidez de trasmisión. Pero el artista británico Paul Nash, cronista en la II Segunda Guerra Mundial, ha querido que también la pintura tuviese la oportunidad de aprehender ese mundo de destrucción, de asimilarlo por medio del pigmento, de tal manera que su conformación plástica grabase en la retina del espectador una huella interior que no tuviese huida al olvido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario