- ¿Es posible que el arte digital, como el del rusocanadiense GRIE, nos proporcione una dimensión más esotérica que las técnicas plásticas y visuales que hasta ahora se han venido utilizando?
- Desde luego es una producción la suya, etiquetada como neosurrealismo digital, que desborda de fantasía, que nos traslada a una realidad portentosa y mágica y nos deja con la mirada suspendida.
- Y no cabe duda que su plasmación exige una precisión y minuciosidad en todos sus aspectos, tanto cromáticos como espaciales, y una definición que bebe en muchas fuentes y se enfunda de una sublimidad que derrocha imaginación y despliegue narrativo.
El cuerpo es el único que sabe sus deseos y necesidades. No siempre los satisfacemos como debemos, sino todo lo contrario.
(Roa Bastos)