- El hijo alemán de Max Ernst, JIMMY, creció a través del magisterio de su padre, tomó notas aquí y allá, y según fue tomando ruta acabó adquiriendo sus propias resoluciones en cuanto a la creación que se proponía hacer.
- Siendo así, no desechó las anteriores aportaciones históricas de su medio y contexto, más bien las centrifugó y depuró hasta convertirlas en una percepción personal y plástica que enlazaba lo surreal, la abstracción lírica y la base geométrica.
- Con lo que cimentó una obra elocuente, en que lo formal servía de fundamento a un despliegue conceptual y emocional que tenía en la gama cromática y en la ordenación vibrante del espacio una culminación que depositaba una huella inconfundible en la mirada.
Lo irreparable de mi pasado: ¡ése es el cadáver!
Todos los otros cadáveres quizá sean ilusiones.
Todos los muertos quizá estén vivos en otra parte.
Todos mis propios momentos pasados quizá existan por
ahí,
En la ilusión del espacio y del tiempo,
En la falsedad del devenir.
( Fernando Pessoa)