30 de julio de 2020

JESÚS MARÍA LAZKANO (1960) / ¿SUBLIME? LO DEJO PARA OTRO DÍA


  • Algunos hablan de lo visionario, otros de un paisaje romántico, los de más allá de un realismo meticuloso que roza lo sublime y los de más acá de una estética de lo siniestro. Mas lo que no cabe duda es que es una obra muy pensada y perfectamente elaborada.  
  • Y concibiendo lo arquitectónicamente construido, lo creado por las fuerzas humanas, con la meditación sobre lo natural, con lo que estaba ahí antes y que ahora está amenazado por lo que degrada y no enriquece ni vital ni estéticamente.   
  • Es el signo de una confrontación que no depara más que derrotas, aunque las victorias sean aparentes, manipuladas, para echar un cebo que toda víctima se está cansando de picar. Es una manifestación plástica de sólidos valores y brillantes amalgamas. 


Recuerdo lo que hice y lo que podía haber hecho en la
vida.
Recuerdo, y una angustia
Se derrama por mí como un frío del cuerpo  o un miedo.   

(Fernando Pessoa)

No hay comentarios:

Publicar un comentario