- El inglés LANYON consigue que el sueño sea una realidad y que ésta, a su vez, sea un sueño, de tal manera que la contemplación se vea obligada a penetrar en dos dimensiones simultáneas que en el fondo son una sola.
- Los espacios en sus obras son los que activan todo el proceso de representación, implicando una iconografía que postula la vastedad de un mundo solitario, de planos apagados y deshabitados, monstruosamente empequeñecidos o monstruosamente agigantados.
- Hay muy pocos supervivientes y desperdigados a lo largo de unos cuantos hábitats que son los oteadores de horizontes, y más parece que el tiempo ha sido sacrificado en aras de unas vivencias, escasas y siempre las mismas, que se hacen interminables.
Y te sientes contado e infinitamente narrado
por la misma voz que repite tu nombre
en la oscuridad, una y otra vez.
(Carlos Bousoño)
- La destrucción es la marca de lo efímero y la voladura es la metáfora de lo superviviente. Acabaremos flotando el espacio aéreo y desde allí, desde lo alto, otearemos la devastación que se va extendiendo hasta su culminación.
- Para abordar tal delirio el neocelandés GEDDES comprendió que no había otra alternativa que encomendarse a la hiperrealidad, la cual, con mágico magnetismo, rubricará una operación visual que desde la mirada nos infunde una dimensión de la humanidad al borde de la desolación.
- Pero sin dramatismos impropios, cargando la ejecución en la vertiente más delirante e imaginativa, en una plástica que recurre a elementos fantásticos, a parajes habituales a los que les impone otra magnitud visiva.
¿Quién, tras la noche, hacia el amanecer, como un
estampido en el hueco,
espantosamente florece?
(Carlos Bousoño)
- Decía Henry Moore que todo buen arte ha tenido siempre elementos tanto abstractos como surrealistas, de la misma manera que ha tenido elementos clásicos y románticos, orden y sorpresa, intelecto e imaginación, lo consciente y lo inconsciente.
- La obra de la surcoreana KIM completa ese orbe con una conciliación entre memoria, vida evocada, y gasa, ceniza, y materia. De tal modo que el procedimiento plástico y el imaginario se sintonizan y logran la meta de una visión intensa.
- Sus personajes y sus ruinas son como la revelación de una humanidad que desea ser y estar en un mundo absurdo en que no existan normas de convivencia, en que todo conduzca a la destrucción y al desamparo.
Y todo en la memoria se retorcía agitado por el vendaval,
como un gran bosque movido por la ira de un huracanado
renacer.
(Carlos Bousoño)
- En la pintura el autor no puede contentarse hoy con establecer unos simples márgenes, pues no los hay, han desaparecido al confundirse dentro de la superficie pictórica entre lo que hay debajo y lo que está arriba.
- Por tanto, el danés SAKS juega sin esas limitaciones conjugando distintas acciones y diferentes imaginarios, haciendo que juntos, fusionados, muestren unos signos cuyas claves vienen y van, pero que sin ese conglomerado cromático tan rutilante se perderían.
- La reflexión acerca del uso del espacio y el color domina la técnica de este artista, que en sus obras ofrece un instinto crucial para construir una plástica poderosa basada en una proyección que convence a la mirada del observador de su génesis.
Era un poco de ruido, era un poco de malestar,
pues hacía daño su hermosura cuando se la contemplaba
de cerca,
y en sus vestidos se adivinaba el azar de estar aquí y
no allí,
en los últimos aledaños de un mundo invisible.
(Carlos Bousoño)
- El dibujo se ve con la capacidad de fraguar unas escenas que surgen de la mente encajada en un entorno hostil y disparatado que no tiene medida ni de la forma ni del fondo. El espacio está encajonado y encajonados están también estos infrahumanos que no se saben estar quietos.
- Es una grafía de la crueldad con múltiples raíces en la tradición la que lleva a cabo el mexicano CROSTHWAITE, sensibilizado con una realidad que se le escapa de las manos para quedarse incrustada en el soporte como un elemento más de un paisaje que, de lo pisoteado y desolado, ya es inexistente.
- Esta imaginería es un caudal de citas con la locura humana, con su desintegración y barbarie, pese a que ella misma es un ejercicio de supervivencia de cara a la demostración de que sin aquelarre no podemos continuar.
Los dioses se apalancan
y pasan del recreo
al ver cómo se arrancan
el duende y el deseo.
(Pancho Varona)
- En las obras del francés CAYO se entrecruza todo lo que aparece y hasta lo que no aparece en el soporte. Son vestigios, huellas, fragmentos y pedazos de formas que combaten por abastecerse del color que las identifique.
- Las superficies ya no son tales, se enmascaran en topografías que gracias a su plasticidad se alimentan de visibilidad, de ficciones inacabadas y de ensoñaciones dinámicas que tienen grabados sus significados en cada uno de sus rasgos.
- No sólo están invitando a la mirada a un baile polícromo y revuelto, sino que además conjugan un vocabulario bullicioso que sintetiza las claves de observación y de pensamiento centradas en una formulación impotente ante tanto caudal sin orden.
Los dioses hacen dioses de un remiendo.
(J. Sabina/ P. Varona)
- No hay Feria que no deje su propia esencia para el discurso opíparo de los espectadores. La de la edición de Arco de este año ya ha forjado y consolidado la teoría de la mediocridad, espejo y respuesta de la ficción de un país que evacua entre estertores.
Toda una teoría que nos ha deleitado como nunca porque en el fondo de ese adocenamiento brillan las auras, a dios gracias, de los de siempre, ya casi todos muertos, pero que acabarán resucitando si tal es su insistencia, pues al fin y a la postre nos proporcionarían mayores obras y día de gloria.
- El resto acabará en un almacén para desgracia de chinches y ratas que ignorarán que están ante objetos y días de lo sublime, a los que no podrán meter mano porque son duros de roer y antipáticos de mascar.
No conozco las claves ni poseo las cumbres,
ni siquiera el secreto que ilumina la lumbre.
(Pancho Varona)