- Cuando el hispano-cubano ALARCÓN emprende su itinerario plástico sobre El Quijote no era del todo consciente del reto que le suponía. Ni tampoco de la significación que alcanzaría en el conjunto de su obra.
- Entre otras cosas, porque una vez iniciado ese camino no deseaba marcarle un final, en la medida en que (abismado y seducido) tal empeño se enriquecía más y más, cobrando así una magnitud emblemática.
- Bien es verdad que mediante su experiencia previa contaba con el conjunto de propiedades estilísticas que lo hacía posible. Que se había ingeniado la técnica para materializar la búsqueda del aura que requería la transfiguración del genio y la literatura. Y que su potencial creativo garantizaba la concepción visual de ese mundo cervantino.
- Por tanto, así es como en todas sus series dedicadas a la obra de Cervantes, la trama, muy estructurada internamente con sus juegos cromáticos y lineales, y su figuración depurada, se desarrolla mágicamente, condensando historias y momentos, y reconciliando materiales, visión, narración y universo. Lo que probablemente la convierte en el conjunto más dilatado y completo de los existentes hasta ahora sobre esta mítica novela.
- Se postulaba desde el mismo momento del inicio de las vanguardias que el artista debería liberar sus facultades creadoras en el estudio de los materiales y sus propiedades formales, así como en la articulación de los colores y sus combinaciones.
- Lección muy bien aprendida por la alemana FISCHER, que suelta sus ingenios plásticos e inspiradores por el espacio para que materia, color y forma estén unidos en una armonía universal y espiritual de la dimensión humana, en un equilibrio lleno de connotaciones utópicas.
- Tales instalaciones reflejan una voluntad estilística cuyo fin es el diseño de un entorno plagado de encuentros vitales, de experiencias visuales, poéticas, iluminadoras, procuradoras de un ambiente creativo y deseoso de un inicio de vivencia interminable.
que despierta el tiempo de los artistas Lamas
que dibujan símbolos de eternidades
cuando la luna reposa en el silencio.
(Odalys Hernández)
- El americano DUBINSKY se decanta por ilustrar el espacio envolviéndolo en telarañas metálicas o de madera que dejan escapar entre sus hilos un vacío que al final, en la culminación, desarrolla la cualidad formal que le significa.
- Son estructuras que parece volar, moverse en el cosmos como entes que se envanecen de su ligereza, de su constitución aérea, de la visión que suscitan jugando con la mirada, confundiendo la solución con la permanente interrogación.
- Si hemos de tomar el conjunto de la obra en sus propios términos sin hacer referencias historicistas o sus equivalencias, podríamos solventar el asunto con una invocación a la claridad conceptual y estética por parte del autor. El resto hemos de ponerlo los espectadores.
frecuento esta osadía fantástica
que no termina en la esperanza
ni es otra cosa que el absurdo de los días sin rostro.
(Odalys Hernández)
- Búsquedas y encuentros parecen los principales conjuros del arte para afrontar una práctica que está latente en los resortes de la mente, la cual desarrolla las habilidades necesarias en cuanto al proceso y desarrollo de una idea motriz.
- En el caso del alemán KLINGE el proyecto escultórico imaginado y concebido se remite a un pasado totémico, primitivo, ancestral, que viene a regenerar el presente sin perder su condición de icono de un tiempo lejano.
- Al contemplar estas obras nos remontamos y especulamos conformes a edades, ciclos, inmensidades, hasta conseguir identificar estas representaciones y cotejarlas con las que hoy imperan y rigen nuestra mirada y su desorientación.
Pasa el tiempo
y se engendra la palabra.
(Odalys Hernández)
- Las excelentes calidades cromáticas infunden una encarnación figurativa que nos conmociona, pero el dibujo previamente le ha dado a la creación el sostén que se requiere para que la unidad sea esa culminación que nos sorprende.
- La memoria no ofrece fondos claros a los espacios en los que se mueven los personajes, pues al fin y al cabo es una evocación en suspenso. Pero a cambio sus texturas fortalecen esa visión que nos lleva a otros escenarios del pasado.
- Sin embargo, los retratos del chino GANG son broncos y como salidos de la tierra cuando en ese momento el paisaje es más tormentoso. Se acabó la ilusión y ya las mil flores se convierten en el sino desesperado de un tiempo maldito.
Se me desgarra el alma
con la visión del silencio
el tenue amarillo de las hojas
sumergidas por el tiempo
quiebran el dolor de la inocencia.
(Odalys Hernández)
- Cuando contemplamos estas esculturas de la norteamericana FONSSAGRIVES en un espacio cerrado caemos en la tentación de pensar que estos robots son más reales que nosotros, que incluso nos hacen señas o se muestran orgullosos de su condición de androide inteligentes.
- No cabe duda de que sus formas sabiamente diseñadas se aproximan a las humanas o las animales, pero la autora, con una cierta percepción visionaria, los configura como una respuesta alternativa a una realidad que ya está muy repetida y agotada.
- Incluso les imprime unos rasgos ingeniosos como símbolos de un origen que ha desembocado en ellos como un fin, como resumen y compendio de un relato sobre un linaje hasta ahora desconocido y que se manifiesta ahora bajo una máscara de ilusionismo.
Lo uno lo pulula, el díábolo lo anagrama.
(Heriberto Yépez)
- El pensamiento plástico tiende primero a dispersarse, a forjarse en planteamientos y soluciones formales que den justa respuesta a esa angustia creativa que acomete al artista obsesivamente.
- Para el iraní MELKONIAN el desarrollo se iniciaba con el plano y la superficie, después con las vetas que atravesaban la corteza, hasta la consecución de la fusión entre una geometría simple y encadenada que remedaba huesos fracturados o paisajes parcelados. La sucesión es áspera y austera y solamente las tonalidades le imprimen animación a la rigidez plasmada.
- Antes estas obras se observa que en un ámbito determinado la tierra se viste de soledad, de un relato acabado y despojado, de una topografía cortada en pedazos y ausente de vida. Y sin futuro que intuir.
No vinieron,
ni los diablos del agua vinieron.
(Tedi López Mills)