22 de septiembre de 2019

WANG GANG (1964) / RECUERDO LA ÚLTIMA VEZ QUE LOS VI


  •  Las excelentes calidades cromáticas infunden una encarnación figurativa que nos conmociona, pero el dibujo previamente le ha dado a la creación el sostén que se requiere para que la unidad sea esa culminación que nos sorprende. 


  •  La memoria no ofrece fondos claros a los espacios en los que se mueven los personajes, pues al fin y al cabo es una evocación en suspenso. Pero a cambio sus texturas fortalecen esa visión que nos lleva a otros escenarios del pasado.  


  •  Sin embargo, los retratos del chino GANG son broncos y como salidos de la tierra cuando en ese momento el paisaje es más tormentoso. Se acabó la ilusión y ya las mil flores se convierten en el sino desesperado de un tiempo maldito.

Se me desgarra el alma
con la visión del silencio
el tenue amarillo de las hojas
sumergidas por el tiempo 
quiebran el dolor de la inocencia.

(Odalys Hernández)

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