- Sobre una superficie inmaculada se desborda el pensamiento y reacciona a través de un material noble, el mármol, tejido de circunvalaciones que quieren criptografiarse plásticamente, imprimiendo un carácter tan especulativo como empírico.
- En esos periplos circundantes ellas se desenrollan hasta crear un sentido de la función sintáctica en el momento en que empieza a construirse a sí misma, evitando el peligro de lo ornamental diseñado, aséptico, despersonalizado.
- Si como comenta Habermas, frente a la metáfora de la línea recta, con la que se suele presentar la modernidad, lo posmoderno se autorrepresenta como una retícula que entrelaza actitudes o estrategias formales dispares, tal sería cierto en esta ocasión y obra si no fuese una temeridad de simplicidad.
- Pues en el caso de la española ORIOL los valores formales configuran, sin ínfulas eclecticistas, un espacio de recorridos interiores múltiples, tantos como anfractuosidades, señuelos, curvaturas, nudos, ocultan la obviedad de una tropología que es poso, colgadura, trampa, rito y símbolo.
- La mirada es libre de seguir las revueltas, confrontar suavidades y ligerezas, sintetizar los rumores de los flujos internos, el desenvolvimiento de unos simulados seres que se enroscan para protegerse y petrificarse.
- Ante estos cuerpos ambivalentes, producto de unas emociones que se plasman cuando las larvas o anfibios llegan a ser formas del vivir, nos queda la presunción de inocencia y la idea de culpabilidad, porque las connotaciones de entendimiento anexas no quieren saber de la verdad que se desnuda, sino de la que se viste y es operada como condición metamórfica. Y así, poco a poco, contemplamos una potencialidad transformadora y conductora que se ha hecho maleable por una buena causa. Apuntémonos a ella, pues, pero sin espíritu de contrición.
- Para ver imágenes sobre su trabajo tendrán que ir a http://www.galeriagurriaran.com/.
Aún sin existir el marfil dignifica
el cansancio como los cuadrados negros
de un cielo ligero.
(José Lezama Lima).