- Siempre hay muchos pequeños invitados en la superficie, pero es difícil percibirlos porque se esconden entres tantas brumas. No sabemos si el serbio REDZEK únicamente quiere protegerlos o que la turbulencia o el oleaje pictórico los oculta.
- Quizás sea esa la definición de su empeño plástico, el que la fuerte pigmentación y texturización de sus obras sea el rasgo fundamental por el que debe apreciarse inicialmente su trabajo, independientemente de que en sus espacios haya un cierto descontrol para maximizar así sus opciones visuales.
- Al final con toda esa carga cromática indominable y barruntos figurativos, el hacer plástico que se muestra a la mirada es el sino de una creación constantemente en tensión por aspirar a englobar y totalizar el momento puntual de la inspiración.
La lengua no tiene hueso, pero corta lo más grueso.
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