- Goethe creía que el objetivo supremo del arte es mostrar formas humanas con el máximo sentido y bellezas posibles. Fantásticos ideales de belleza que ya no figuran en los registros del arte contemporáneo.
- Pero el francés FIÈVRE lo ha captado al pie de su letra y le ha añadido interrogantes originarios que le siguen preocupando al hombre de ahora. Para él es en estas obras -o en el arte, según Ana María Leyra- donde encuentran el marco y el lenguaje más acordes.
- Lo más destacable es que esa perfección, en su acepción más virtuosa, es un forjado de mitos en medio de una realidad caótica, anónima, terrible y brillante (Hofmannthal) y acaricia nuestra sensibilidad como una copa de caña.
Al votar en concejo, tanto vale el ruin como el bueno.
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