- Quizás es la luz de una geografía excitante la que provoca que un artista que viva en la misma se sumerja en su biografía plástica, la refine y pula, clarifique y armonice, hasta que el prodigio tenga contextura propia.
- Claro que al ver estas obras del egipcio IBRAHIM no es raro que nuestra observación se cargue de ilusiones visuales y que convengamos con Bernard Noël en que el arte de pintar tenga como fin llevar a la perfección el funcionamiento de las mirada.
- Y todavía, no cebe duda, nos preguntemos la razón de que la abstracción sea una puerta a lo desconocido y qué acontecimiento tiene lugar dentro de ese espacio, en el cual hay armonía y poesía, acercamientos y un alejamientos, paz y serenidad. Y también es posible aún que lleguemos a apreciar que los colores crean sus propias formas.
El mundo aún permanece. Y existimos.
Miradme ahora mortal; sólo culpable.
(Francisco Brines)
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