18 de marzo de 2017

PIERRE FICHET (1927-2007) / ¿QUIÉN NO HA SANGRADO?

  • Alfred Manessier aseguraba que el arte de la no figuración le parecía ser la única posibilidad actual por la que el pintor puede remontar mejor hacia su realidad y retomar conciencia de lo que es esencial en él. En el caso del francés FICHET es una aseveración acertadísima. 
  •  Y además su obra tiene la validez exigida por Jean Fautrier debido a la calidad de la sensibilidad del artista y por cómo la plasma en el momento de exteriorizarla, sin reglas ni cálculos. Sencillamente su pintura fluye con sus desgarraduras, con sus juegos cromáticos que se yuxtaponen sin tratar de anular la capacidad de ser de unos sobre los otros.  
  • Por lo demás, ya añadía Robert Motherwell que todo el mundo sabe que el sentimiento es el verdadero contenido del arte. Aquí, en estas piezas, más que nunca es verdadero, con más encarnadura y con más libertad. A lo que habrá que sumar la expresión de Sam Francis respecto a que una obra de arte debe colocar al espectador en un estado de profunda duda. 
Cuando llegue la luna llena iré a Santiago de Cuba,
iré a Santiago
en un coche de agua negra.
(Federico García Lorca)

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