FELIPE ALARCÓN ECHENIQUE / ¿CUÁNTOS GUERNICAS HABRÁ EN EL FUTURO?
- Mi amigo, el hispano-cubano ALARCÓN ECHENIQUE, tuvo en cuenta el ochenta aniversario de la existencia del Guernica de Picasso para rendirle su emotivo y plástico homenaje pero plasmando su propio contexto pictórico, aquella corriente estilística que le define y le hace pensar en cómo construir una serie que nos permita que en pleno siglo XXI sigamos asistiendo, con la misma dimensión de energía y fuerza, a contemplar y estremecernos con la expresión de lo trágico.
- Felipe no se amilana aunque el cuadro del genio haya llegado a erigirse en el signo de una época, al contrario, para él, concienciado por el drama, se postula como un hipótesis de encuadramiento de figuras, planos, color, dibujo, movimiento y rabia. Provoca, incuso, el collage como la síntesis de una realidad poética de fuego y muerte.
- Les imprime a sus piezas el cromatismo que la obra original no tiene para que tal policromía -oscura unas veces y otras más clara según sea el aguacero de la sangre- sirva de vidriera expansiva, claustrofóbica y hasta caótica, porque el acto de destrucción implica una unidad desoladora, una agonía yuxtapuesta y vinculadora. El autor ha marcado y significado una semántica que quiere enraizarse en el modelo, ya que Picasso no tenía un sentido excluyente sino integrador de cara al futuro.
- No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
- No duerme nadie.
- Hay un muerto en el cementerio más lejano
- que se queja tres años
- porque tiene un paisaje seco en la rodilla;
- y el niño que enterraron esta mañana lloraba tanto
- que hubo necesidad de llamar a los perros para que se callase.
- (Federico García Lorca)
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