- La artista española, GONZÁLEZ CASTRO, adapta la anamorfosis, ese término de origen griego, para distorsionar unas imágenes que hacen de símbolo y referencia sobre la original que le sirve de hecho central, de tal manera que haya dos visiones paralelas.
- Claro que con ese claro propósito plástico, su obra es una llamada a la transgresión, a que la diagonal forma la flecha que señala, hiere, ridiculiza, agrede o enfurece. El color configura el cierre de esa figuras cuya pesadilla está bailando sobre cuerpos sin amparo, sin superficie donde proteger su angustia.
- Indudablemente es un recurso que creíamos en desuso y olvidado, pero la autora ha sabido ajustarlo a la iconografía actual, para que le sirve como un agente creativo que sepa espolear, agarrar la mirada y desmontar la ubicación relativa de razón y sueño.
Muchos dicen que no he cometido una mala
acción en toda mi vida. Por supuesto, sólo lo
dicen a mis espaldas.
(Oscar Wilde)
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