3 de marzo de 2010

JEAN ATLAN (1913-1960) / LA NOCHE CERCADA

  • Frecuentemente hay que derruir imágenes para volverlas a construir, en parte mediante la infantilización de la memoria o impidiendo que crezca. Entonces, entrando a verificarlo, la mirada topa con estas vidrieras que configuran tramas o tramoyas en la nocturnidad de un espacio diurno.

    Las siluetas de contornos enérgicos nos sugieren que el francés ATLAN, perteneciente a la Escuela de París -que agrupa a artistas de mediados del siglo XX de distintas tendencias-, inventa segmentos en que lo plástico no diluye el pensamiento sino que lo rearfima en latitudes sensibles y sensuales.


    Claroscuros fríos que gozan de una naturaleza expansiva, no liviana sin ser pesada, y orgullosa de su desnudez, ésta es una obra para contemplar en reposo y hasta inculcando una cierta languidez a un carácter fuerte y agresivo, en ocasiones carnal y diabólico.



    • El Malecón avizora derrumbes y debajo océanos rebeldes. Y a mi amigo Humberto y a mí nos obliga a impartir justicia en estos tiempos en que los culpables no pueden delinquir






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