Hace un momento estaba leyendo a Yasmina Khadra y prácticamente me quedé sin aliento para continuar. Blande su pluma como si fuese una espada con la que sumirnos en el horror, en los espasmos de un vértigo que nos sumerge en lo más terrorífico de la condición humana. La fuerza narrativa de sus relatos, después de estremecernos en un primer momento, nos agarra en la cuestión fundamental: ¿de qué fondo está hecha la humanidad?
Una de sus frases que se recoge en su novela "Los corderos del Señor" ya nos advierte en estos términos:
"Tenía razón el poeta: es inevitable que haya una parte del Diablo en cada religión que Dios propone a los hombres". Una religión que quiere nuestra conversión a través del espanto, y del daño y la destrucción que causa.
Francis Bacon, el gran pintor británico, pone de relieve e ilustra esta historia de la atrocidad humana mediante la conversión plástica de un ser precario que intenta conocerse a sí mismo y no lo consigue, pues si fuese cierto ¿podría llegar a ser tan monstruoso?
Dicen los expertos de este artista que sólo señalaba el estado de la humanidad, que proporcionaba una imagen del fenómeno, pero con tanta intensidad y furor descarnado que poblaba nuestro imaginario de pesadillas atormentadas. Sus iconos plásticos se transformaron en arquetipos, o por lo menos yo lo pienso así. Ponía tal pasión en sus obras que las formas y las gamas cromáticas se transmutaron en vísceras, sangre y heces. ¿Cómo se podía asistir ante sus lienzos a un rito de creación que es la propia destrucción? ¿Cómo se podía llegar a ello? La verdad es que no lo sé ni lo sabré nunca pues esa zona de misterio que todo alumbramiento guarda siempre está sellado.
Maestro tengo que decirte que lo que hasta ahora has puesto en el Blog es fenomenal, es una entrada con un discurso excelente de sosiego para tratar un tema donde la petulancia prima cada vez más por desgracia a la hora de aludir desde la palabra escrita cualquier manifestación artística.
ResponderEliminarPensamiento claro, de ánimo más que pasional amoroso, de muestra clara y sincera de una podría decirse devoción de tu parte por las artes plásticas y que se enriquece con la más aun noble intención de compartir ese disfrute, de la labor casi que pedagógica para hacer comprender a todo el que lo desee, el mundo por descubrir, el caudal de enriquecimiento emocional de que disponemos y como clara y sabiamente comunicas, es tan poco aprovechado como podríamos por el bien personal y de todos.
Los que te conocemos estoy seguro que unánimemente te agradecemos y en lo personal te deseo a ti y a tu Blog lo mejor en el fin que te lleva a conservarlo y bridarnos.
Como artista plástico lo tendré presente siempre como caudal de conocimiento, como ser humano lo tendré de libro de cabecera, como amigo… un regalo de valor inapreciable.
Muchas y sinceras gracias y éxitos.
Maestro tengo que decirte que lo que hasta ahora has puesto en el Blog es fenomenal, es una entrada con un discurso excelente de sosiego para tratar un tema donde la petulancia prima cada vez más por desgracia a la hora de aludir desde la palabra escrita cualquier manifestación artística.
ResponderEliminarPensamiento claro, de ánimo más que pasional amoroso, de muestra clara y sincera de una podría decirse devoción de tu parte por las artes plásticas y que se enriquece con la más aun noble intención de compartir ese disfrute, de la labor casi que pedagógica para hacer comprender a todo el que lo desee, el mundo por descubrir, el caudal de enriquecimiento emocional de que disponemos y como clara y sabiamente comunicas, es tan poco aprovechado como podríamos por el bien personal y de todos.
Los que te conocemos estoy seguro que unánimemente te agradecemos y en lo personal te deseo a ti y a tu Blog lo mejor en el fin que te lleva a conservarlo y bridarnos.
Como artista plástico lo tendré presente siempre como caudal de conocimiento, como ser humano lo tendré de libro de cabecera, como amigo… un regalo de valor inapreciable.
Muchas y sinceras gracias y éxitos.