Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe.
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Resultados de la búsqueda
19 de enero de 2024
17 de enero de 2024
DARIA DMYTRENKO (1993) / ME SALEN EVOCACIONES
Las elecciones hechas por los artistas están, si no determinadas, por lo menos dirigidas por necesidades que están más allá del control de sus voluntades.
Para la ucraniana DMYTRENKO las formas se licúan al congelarse en un momento de rescate del ser y los colores evocan los tintes venecianos que adoraban a Ticiano.
Los pliegues cromáticos ahondan en la visibilidad de una plástica que se piensa en sí misma y trata de ocultar con todos sus matices y tonalidades un fondo vertiginoso de melancolía.
Tiempo atrás, vida atrás, me recogí en mi sangre
y aniñé mi esperanza para crear un fruto.
(María Victoria Atencia)
14 de enero de 2024
JESSICA GRUNDLER (1989) / SÉ CÓMO QUIEREN QUE LES PINTE
Un aspecto decisivo en el arte es que son siempre varias, posibles y diferentes las encarnaciones de las formas que ocupan los espacios que así hacen visibles.
La alemana GRUNDLER consigue en sus obras esa poética visual que expresa unas sensaciones plásticas en trance y en suspenso, sobre una base cromática rica en hilaturas y cortinajes que exteriorizan su suave transcurrir en otros territorios.
Espuma, hielo, daga, luna, loma
no son palabras: son signos al revés.
(Jaime Siles)
11 de enero de 2024
ABD VÍCTOR (1959-1995) / EL PRINCIPIO DE LOS SUEÑOS
Se dice que el arte fantástico se caracteriza por la utilización de distorsiones que por su contradicción formal o iconográfica le dan otra fantasmal dimensión a nuestras expectativas habituales.
El sirio ABD VÍCTOR nos puso frente a su mundo irreal desde las visiones y leyendas que presidieron su vida a partir de sus raíces orientales.
Poseído por una maestría pictórica que es fruto de unión de saberes, su figuración mitológica nos ofrece con un cromatismo acompasado un imaginario que protege nuestros sueños y divierte a nuestras pesadillas.
Cuadro tras cuadro
se dibuja la misma figura,
la de un hombre que ha perdido
y se contempla, extraño Narciso, en el estiércol.
(Leopoldo María Panero)
9 de enero de 2024
GUSTAVO ACEVES (1957) / SON MIS MORIBUNDOS
La pintura puede ser, y de hecho lo es, una cosa concreta y trágica que sirve de materia para el advenimiento de otro ser, es decir, para un devenir al ser de algo que, al principio del proceso, no era.
La obra del mejicano ACEVES es un doble advenimiento: por una parte el cuerpo humano con su sangre que ya estaba ahí, por otro el que plásticamente lo hace surgir del primero.
Pero la carne con su sangre que los cubre es distinta, está hecha con la densidad de color y tonalidad de unos rigores y vivencias que han desgarrado con su crudeza la misma.
Destrucción. La emboscada, los disparos, la sangre. Los cuervos heridos bañados por la luz de los relámpagos.
La noche sin fin.
(Leopoldo María Panero)
7 de enero de 2024
MARTIN REYNA (1964) / VUELCOS CROMÁTICOS
Decía Balthus que a él lo que le apetecía era encontrar las raíces milenarias del mundo, viajar a través del tiempo y las tierras, pues eso le daba la reverberación sonora y fluida de las fábulas ancestrales.
El argentino REYNA, con sus instalaciones cromáticas, nos invita también a un viaje entre fuentes, vertidos, ríos y masas de una policromía jubilosa, viva, resplandeciente y apasionada.
Nos incita a seguir esas ondulaciones en el espacio como una aspiración futura, como un deseo encendido de éxtasis y utopía en nuevo planeta que solamente se hace depositario de sensaciones y emociones.
¡Cómo pesan los párpados con la música del tiempo!
(Antonio Colinas)
4 de enero de 2024
EDUARDO HOFFMAN (1957) / COLORES QUE GIMEN
Aseguraba Paul Klee que cuanto más terrible es el mundo, más abstracto es el arte, quizá, añado por mi parte, porque lo que es destruido ya no tiene redención posible.
Sobre esa devastación, el argentino HOFFMAN abre una secuencia plástica y abstracta con el fin de encontrar unos habitáculos más armónicos y acogedores para habitar.
Sus vibrantes y móviles correteos cromáticos van creado una atmósfera visual y física que nos acoge cálidamente pero también con la intención ofrecernos nuestra disolución en ellos.
Con careta antigás daba un beso a los niños.
(Pere Gimferrer)
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