- Siendo el alemán GLEICHMANN una de las figuras clave del expresionismo alemán, no me equivoco al señalar que actualmente pasa desapercibido cuando no completamente ignorado. Y la razón quizás sea porque el retrato de esa época se rechaza visceralmente.
- También, probablemente, porque su percepción es muy aguda y sabe penetrar con su plástica en las densas profundidades de la monstruosidad de una humanidad en guerra que se pavoneaba de su crueldad y delirio.
- Los ojos de los seres que vomitaba en la superficie con ese cromatismo sucio e implacable eran la clave de una pintura que mostraba, no las fantasías de un reino ajeno a este mundo, sino las realidades espeluznantes de una tierra infectada.
Desarticulada una red
que obligaba a ejercer
la Constitución.
(Ajo)
- Las formas están en acción, se mueven solas sin concebir epitafios para su tumba, sino todo lo contrario, infiltrarse en el viento y que con sus gestos las lleve a uno y otro sitio, dejando rastros y huellas y una estelas luminosas.
- Así pues, la caligrafía del chino LUI se arroja sobre la superficie para que estas siluetas dominen todo el espacio y figuren dentro de él como un canto a la vida o como una huida a otras esferas.
- Y todo ello sin que los rasgos se dejen definir pues su infinitud está en función de eso, de esos trazos encadenados, ingrávidos y livianos, que en su morfología se vuelven sobre sí mismos para configurar plásticamente la misma historia.
Cerrojos de ceniza
cicatrices con cremallera
y lágrimas de hojalata,
envuelto entre algodones
llevo yo lo que me falta.
(Ajo)
- El contenido-sentimiento o el contenido-pensamiento está reconociblemente relacionado con las propiedades formales de la obra de arte, basado en éstas. Sin las cuales, por lo tanto, queda en un vacío absoluto.
- En el caso del belga VANHOOREN, sus retratos son el justo reflejo de lo que acabaremos siendo después de años y años de pestes y pandemias. Volveremos atrás, formal y espiritualmente, involucionaremos, quedaremos casi ciegos, y viviremos en lo más profundo de una geología confinada.
- La materia en sus manos adquiere tintes de holocausto, de brutalidad y al mismo tiempo de infortunio, de una inconsciencia de lo que fuimos y nos deparó un destino guiado por una humanidad en maldición permanente.
El sufrimiento es muchas veces seco
como el esparto o un armario roto
de carcoma, de polvo o telarañas
en desván sofocante o en trastero
oscuro.
(Carlos Bousoño)
- La griega VARI, cónyuge del artista colombiano Fernando Botero, se refiere así en lo que respecta a su obra: "Lo que busco es tomar geometría, volumen y forma, para geometrizar el espacio". No todo en esa declaración es cierto por cuanto es perceptible en sus monumentales esculturas un componente mitológico, que es a lo que consciente o inconscientemente aspiran cada una de esas efigies.
- Por lo tanto, hay un significado, o varios, latente en esos volúmenes o cuerpos que en su esquematismo formal y en su policromía se enseñorean del espacio que ocupan hasta colmarlo de una visualidad pagana.
- En sus piezas hay una convergencia de encuentros plásticos, de conceptos creativos que la autora los acopla como unas criaturas que hubiesen nacido para habitar un mundo que a través de ellas estuviese en perpetua renovación.
Pero en ese otro espacio de oreo y continuidad,
no hay muerte sino significación del morir,
ni vida y nacimiento, sino sentido y ser.
(Carlos Bousoño)
- En su técnica basada en el temple la rusa KOROTKOVA nos sitúa visualmente ante un despliegue de escenas imaginadas de un fragmento de nuestra vida contemporánea que paulatinamente se va ampliando hasta plantear una humanidad poseída en lugar de poseedora.
- Su arte está dominado por una enjundia plástica que nos introduce en unas perspectivas de inmensidad real rozando lo sublime, enfatizando con un vocabulario virtuosista los pensamientos de una percepción cuyos horizontes se amplían dentro del tiempo.
- Su obra es fría y muy bien planificada, fruto de una mente investigadora que vuelca ese poder de crear la imagen en una historia que para el observador se hace especialmente fascinante y cautivadora.
Porque un mero guijarro
es tan inverosímil como un ángel,
tan imposible como una deidad.
(Carlos Bousoño)
- Aunque no lo parece seguimos sin vivir enteramente para nosotros, aunque nos queda el diálogo con una cultura que entre todos y con nuestras diferencias continuamos construyendo desde la base de nuestros mitos ancestrales.
- Y también hemos adquirido la magia de entender y rehacer los mecanismos de una representación de nuestro mundo, si bien muchas veces vamos a ciegas, sufrimos con las dificultades y la falta de recursos y reconocimientos.
- Pero el camerunés MPAH DOOH ha intuido la vía artística que debía emprender y absorber toda la acumulación plástica que estaba esperando su salida, su plasmación y la concreción en unos espacios que fraguaban la iconografía de un continente que hasta hace muy poco no tenía quien le pintara. Ahora los hay como él y no van a detenerse.
Supimos, pese a todo, renacer, hechos a la memoria de
la sal y el viento,
deleznables al humo,
frágiles de humedad como una cueva,
una honda cueva sola, una oquedad sin río bajo un aire
sin sol.
(Carlos Bousoño)
- El senegalés N´DIAYE comparte imaginario visual con sus antecesores europeos, pero desde una óptica étnica y cultural de su tierra africana. Sabe muy bien que el mismo se ajusta a esos colores oscuros y terrosos, pues son los suyos propios tanto materialmente como metafóricamente.
- Descifra los rostros y cuerpos que como occidentalistas veníamos ignorando, el mundo que en sus territorios se iba construyendo desde el ritual, la magia y la visualidad plástica que albergaban.
- El autor no se limita a simbolizar, sino a inspirar los patrones de una creatividad que nunca estuvo dormida o desaparecida, sino esencialmente viva, tan viva como la realidad que postula en sus obras y que nos ha lanzado desde su corazón afligido.
Toda emoción se origina y se hunde en la realidad,
arraiga como un árbol en ella, y de ella vive y se
nutre, la representa y pone
como un actor en el escenario, o un hábil diplomático
en el salón del trono.
(Carlos Bousoño)